En Indonesia el Wayang Kulit, coloquialmente conocido como el teatro de las sombras, es todo un arte.
Es una de las expresiones artísticas más antiguas y tradicionales de Indonesia ya que tiene más de 10 siglos de existencia.
Su nombre proviene del javanés Wayang que significa sombra y Kulit, que significa piel, y se refiere al tipo de material utilizado para la creación de los títeres.
El valor de este tipo de teatro para esta cultura va más allá del entretenimiento, pues ser dalang, es decir, titiritero es considerado como uno de los más altos oficios y está ligado a un estado espiritual superior al de cualquiera.
La aparición del Wayang Kulit se le atribuye al príncipe Aji Saka, pues introdujo distintas expresiones culturales indias a las indonesias.
La escritura fue un elemento que resultó crucial para el desarrollo y difusión del Wayang Kulit ya que a partir del sánscrito se desprendió el alfabeto javanés, lo que impulsó la narrativa indonesia.
En un principio las historias que se contaban provenían de la épica hindú, como el Ramayana y el Maharabhata.
Los dalang pronto comenzaron a imitar este lenguaje poético representado en las historias ya existentes y en las que empezaron a crear.
El impacto de los héroes del Wayang, su comportamiento y pensamiento fue realmente profundo en la vida del indonesio y precisamente ahí radica su poder.
En el pasado los relatos se amalgamaron con el pensamiento local y cosmovisión para que a través de ellos pudieran enseñar las generaciones más jóvenes cómo debían de actuar y hasta cuál debía ser su posición en diversas situaciones.
Actualmente el Wayang Kulit sigue gozando del interés del público, pero para hacer frente a la competencia de formas contemporáneas de diversión los dalang suelen exagerar las escenas cómicas en detrimento del argumento de la historia y a reemplazar el acompañamiento musical tradicional por música pop.