A raíz de la reciente muerte de Ulay, artista del perfomance de los años 60 y 70, ocurrida el pasado 2 de marzo, Marina Abramović reflexionó sobre el paso de este gran artista por su vida y la huella que dejó en el mundo del arte.
A través de la revista internacional Artforum, Marina reflexiona sobre la genialidad de Ulay y la manera en la que revolucionó su vida.
“Nuestra reunión fue la energía masculina y femenina que se unió para crear un tercer elemento unificado que llamamos "Ese Ser". El apodo que usamos el uno para el otro era Glue, que habla de la forma en que veíamos nuestra relación”, publicó.
“Ulay fue un artista genuino. Nunca se comprometió y nunca rehuyó la verdad, por muy incómodo que sea. Esta era una ideología que teníamos en común, y nos unió en primer lugar.
“Estaba tan dedicado a su arte como a las personas cercanas a él. Hemos tenido nuestra parte de enfrentamientos a través de los años, pero todo lo que queda hoy es amor y gratitud”, agregó.
La artista del perfomance exploró al lado de Ulay el ego y la identidad artística. Su interés por las tradiciones, el patrimonio cultural y el deseo del individuo por los ritos lo llevó a formar el colectivo The Other, proyecto en el que se vistieron y comportaron como gemelos y crearon una relación de confianza plena.
Tras una década de amor y trabajo en conjunto, decidieron hacer un viaje espiritual con el que dieron fin a su relación amorosa, pero la complicidad y el cariño se mantuvieron intactos y la artista serbia decidió rendirle un homenaje a su compañero de vida durante tanto tiempo.