La historia del arte es un ciclo de inspiración constante entre creativos y espectadores, con la que se crea una espiral de referencias infinitas en donde se nutren todas las corrientes artísticas.
De este modo, Paul Cézanne inspiró a Pablo Picasso y Piet Mondrian encontró influencia en los trazos de Wassily Kandinsky, por mencionar solo un par de ejemplos.
Este impacto entre amantes de la plástica y el pincel lo retomó el Museo Nacional Reina Sofía con la mayor exposición dedicada al pintor holandés, Piet Mondrian, en España: Mondrian y De Stijl.
En donde el público puede sumergirse en el movimiento conformado por los artistas Vilmos Huszár, Cornelis van Eastern, Antony Kok, Bart van der Leck, Gerrit Rietveld, Piet Mondrian, Jacobus Johannes Pieter Oud y Theo van Doesburg, quienes reformaron el rumbo del arte para siempre.
Originarios de Leiden, este grupo de pintores esparcieron su espíritu intelectual mediante un lenguaje que buscaba abolir la distinción entre ilusión y realidad; con ello, favorecieron la fusión del arte con la vida.
En este universo plástico los colores puros provocaban una nueva percepción del espacio en el arte, la arquitectura y el diseño, de manera que estas disciplinas apenas se diferenciaran.
La muestra es la segunda exhibición más relevante sobre el movimiento holandés, desde que la fundación Juan March realizó una gran retrospectiva en Madrid hacia 1982.
Y se plantea como un acto “milagro”, pues tuvo que aplazarse debido a la pandemia por el virus SARS-CoV-2, pero incluye 95 obras en total, de las cuales 35 son originales de Piet Mondrian.