Las obras del pintor mexicano Mario Núñez invitan al espectador a perderse en los caminos de su colorida y rítmica abstracción.
El artista actualmente expone algunas de sus obras en la Galería Le Laboratoire como parte de la muestra multidisciplinaria Hic et Nunc, cuyo objetivo es invitar al espectador a pensar las cosas desde la actual realidad, conduciendo renovadas prácticas discursivas no lineales que apelan a nuevos paradigmas y a un andamiaje más colaborativo y solidario.
Estar frente a alguno de los cuadros de Núñez es tener la oportunidad de poder adentrarse a mágicos laberintos de color en los que las texturas y fondos hipnotizan.
Sus pinturas son indesentramables enredos formados de vericuetos, desvíos y derivas, rutas versadas hechas para no llegar a ninguna parte.
De acuerdo con Itala Schmelz, reconocida gestora de arte y curadora, las obras de Mario Núñez se distinguen por abstraerse en el hacer, en el no pensar, todo lo contrario a seguir una regla preestablecida u operar matemático.
“Sin fórmulas ni cálculos, sus pinturas son una danza, un ritmo, una meditación, un humoroso desvío del pensamiento, un juguetón enroscamiento de las líneas rectas; tretas al orden geométrico que generan vibración visual, la cual puede escucharse.
“Las piezas de Mario Núñez son como el sonido que se desenvuelve en ondas, van al ritmo del free jazz, haciendo homenaje a la sensualidad y la improvisación”, explica.
El artista ha participado en numerosas exposiciones colectivas en diferentes museos y centros culturales como el Museo de Arte Moderno, el Museo de Arte Carrillo Gil, Palacio de Bellas Artes, Museo Universitario del Chopo y diversas galerías en Estados Unidos, Canadá y Japón.
Si tienes oportunidad acude a Le Laboratoire, ubicada en la calle Vicente Suárez 69, en la Condesa, para que disfrutes de las abstractas creaciones de Mario Núñez.
