María Allemand, una destacada artista argentina, ha conquistado el mundo del arte con su capacidad para transformar la cerámica en una expresión viva de su mundo interior. A través de sus manos, esta artista ha dado vida a piezas de cerámica que son un testimonio de su hermosa sensibilidad y creatividad inigualable.
Con una carrera que abarca varios años, María Allemand ha alternado entre la cerámica y la pintura, brindándole a su imaginación un lienzo en constante evolución para crear obras maestras de arte. A sus 46 años, esta talentosa artista argentina ha estado inmersa en la creación de su colección "MUN SE VA" desde 2012, cuya protagonista es una pequeña aventurera inspirada en la Luna.
El nombre de este entrañable personaje, al que Allemand introduce en diversos escenarios y emocionantes travesías, es un tributo a la Luna. A través de su trabajo hermoso y sensible, María Allemand, quien también es profesora de pintura egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, nos permite ver el mundo desde una perspectiva única y nos invita a reflexionar sobre él a través de sus creaciones.
Hoy en día, María Allemand es un miembro destacado de la Galería Mar Dulce en Buenos Aires, Argentina, un espacio que la ha acogido y que te brinda la oportunidad de conocerla mejor a través de Bio Fahrenheit.
Cuando se le preguntó sobre su formación artística, María Allemand compartió que estudió arte en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, donde se graduó como profesora Nacional de Pintura y también asistió a talleres de cerámica impartidos por Lola Goldstein y Claudia Toro.
En una sola frase, María Allemand describió su profesión como "desarrollar conocimientos técnicos para crear imágenes u objetos que reflejen mi mundo interior en el plano físico", una declaración que resalta su profunda conexión con su arte.
La artista reveló que la serie de pinturas y animación digital "La Condesa Sangrienta" fue la obra que la marcó y la impulsó a emprender su camino en el mundo del arte. Además, compartió que encuentra inspiración y reflexión al caminar al aire libre.
Cuando se trata de su vida fuera del estudio de arte, María Allemand disfruta de un buen momento con amigos en un bar, un lugar que le brinda la oportunidad de relajarse y conectarse con quienes la rodean.
La primera obra de María Allemand fue un autorretrato fragmentado en varios bastidores de diferentes tamaños, un testimonio de su creatividad desde el principio de su carrera.
La artista admira a tres creadores en particular: Kiki Smith, El Bosco y Mary Shelley, quienes han dejado una huella profunda en su trabajo y su perspectiva artística.
Cuando se le preguntó qué significa para ella crear, María Allemand respondió que es la representación de su mundo interior en el plano físico, una tarea que realiza con pasión y dedicación.
En su día a día, María Allemand valora tanto la rutina como las sorpresas inesperadas, ya que ambas contribuyen a enriquecer su vida y su arte.
Finalmente, sus seres cercanos la describen como detallista, creativa y curiosa, rasgos que sin duda son reflejo de su enriquecedora personalidad y su excepcional talento artístico. María Allemand sigue cautivando al mundo con su capacidad para convertir la cerámica en arte y compartir su hermoso mundo interior a través de sus obras maestras.