Fue el año de 1942 en el que Orson Welles y Herman J. Mankiewics recibieron el Óscar a Mejor Guión Original por el filme Ciudadano Kane.
81 años después, esta estatuilla vuelve a figurar en escena luego que se diera a conocer que fue subastada por 645 mil dólares.
Pero… ¿Un Óscar puede venderse?
Lo cierto es que desde 1950 esa opción está bastante complicada, pues La Academia decidió emitir una cláusula para evitar la venta de las estatuillas.
Dicho ajuste legal consiste en que el dueño del Óscar tiene la obligación de ofrecerle el premio por un dólar a La Academia antes de intentar venderlo por fuera.
Sin embargo, en la década de los ochenta y tras la muerte de Orson, Breatrice, hija del cineasta, pidió a La Academia una copia del Óscar de su padre, pues, supuestamente, había extraviado el original junto a otras pertenencias del artista.
La Academia acabó cediendo con la condición de que Beatrice firmara la cláusula redactada en 1950.
En los años 90, el premio perdido de Wells apareció en una subasta de Sothebys, porque el cineasta se lo había entregado a un director de fotografía como pago por un proyecto, sin embargo, y tras un juicio complicado, Beatrice logró recuperar la estatuilla.
Pero no fue hasta la semana pasada, que el tema del Óscar de Welles volvió a ser noticia luego que Heritage Auctioneer subastara una serie de objetos del cineasta entre los que destacaban su máquina de escribir, certificados de la nominación al Óscar y la propia estaquilla.
Según el portal Deadline, La Academia abrió una investigación para saber cuál de las dos estatuillas se vendió este fin de semana.