El trabajo de Gabriel Figueroa es un referente del acervo visual de México porque encontró una forma muy peculiar de expresarse en las películas, logrando que sus imágenes se convirtieran en íconos representativos de lo que es dicho país.
Antes de Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón o Guillermo del Toro estuvo Gabriel Figueroa, el primer cineasta mexicano nominado para un premio Oscar por una película extranjera.
El trabajo de Figueroa, que se extendió por medio siglo, quedó plasmado en más de 200 películas.
Figueroa hizo de todo en la pantalla grande, desde retratista de estudio, stillman, iluminador y operador de cámara, hasta su gran conversión en el gran fotógrafo de películas, y luego, en el artista visual que, de manera paradójica, difundió su creación a través de las imágenes fijas.
Diego Rivera llamaba a Figueroa "el cuarto muralista". El fotógrafo y cineasta colaboró de manera estrecha con la vibrante comunidad de artistas mexicanos que dominaron el Siglo XX, como Rivera, José Clemente Orozco y Manuel Álvarez Bravo, lo que le dio una sensibilidad única.
Su primer trabajo fue en la cinta Revolución, de Miguel Contreras Torres, a la que siguieron joyas del Cine de Oro como María Candelaria, La Perla, La Malquerida, Río Escondido, Macario y Los Olvidados, ésta última del español Luis Buñuel.
En 1964 fue nominado a un premio Oscar por su trabajo en la cinta La Noche de la Iguana, del estadounidense John Huston, y en 1971 le fue entregado en el País el Premio Nacional de Bellas Artes.
La Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas le concedió un total de 16 premios Ariel y hoy, día en el que hubiera cumplido años, decidimos hacer un breve recuento de cuatro de sus películas más famosas
Salón México, 1948
Este filme, donde Figueroa se desempeña como fotógrafo, narra cómo la protagonista, Mercedes, trabaja como fichera en el Salón México para poder pagar los estudios de su hermana Beatriz y todos los domingos acude a visitarla al exclusivo colegio de señoritas.
Todo se complica cuando Paco, bailarín y proxeneta, no está dispuesto a que Mercedes abandone el lugar.
Macario, 1960
Macario representó uno de los puntos máximos en la carrera de Gabriel Figueroa, quien dotó a este filme de una sensación de cuento, un toque surrealista, pero bastante oscuro.
Cinta basada en el cuento homónimo de Bruno Traven, la cual relata la historia de Macario, un humilde campesino quien, debido a su pobreza extrema, su único sueño es poder disfrutar de una comida completa para él solo. Pronto, esta idea se convierte en obsesión, razón por la que su esposa decide robarse un guajolote, lo que desata una serie de increíbles acontecimientos.
La perla, 1947
En La perla, filme dirigido por Emilio El Indio Fernández, sobresale el trabajo realizado por Gabriel Figueroa como fotógrafo, pues fue premiado con el Globo de Oro y en el Festival de Venecia.
Esta película se filmó en Acapulco para abordar la historia de una pareja de pescadores que encuentra una perla, pero que debe superar el asedio de los ladrones y la desgracia de que su hijo sufrió la picadura de un alacrán.
Los Olvidados, 1951
En esta película, que explora la vida de los niños pobres en la Ciudad de México, Gabriel Figueroa trabajó de la mano con Luis Buñuel, convirtiéndose en uno de sus mayores aciertos profesionales.
Pedro es un joven que busca desesperadamente el amor de su madre, quien lo desprecia por ser, supuestamente, producto de una violación. El adolescente pasa su tiempo con una banda de delincuentes, encabezada por el Jaibo, un muchacho que acaba de escapar de la correccional.
Debido a esto, Pedro presencia todo tipo de crímenes y aunque busca enmendar su camino, su destino ya se encuentra marcado por la tragedia.