A medida que las temperaturas de la Tierra continúan aumentando, derritiendo los casquetes polares y aumentando rápidamente el nivel del mar, muchos países ya han comenzado a urbanizar el mar para evitar sumergirse bajo el agua.
Siguiendo los pasos del proyecto Buzan de Corea del Sur y Oxagon de Arabia Saudita, Estudio Focaccia Prieto propone Polimeropolis, un grupo gigante de ciudades flotantes que encierran lagunas de agua de mar no contaminada para ofrecer un nuevo ecosistema sostenible de vivienda.
Creando una metrópolis en las profundidades del Gran Océano Pacífico, el proyecto planea limpiar la zona continental altamente contaminada con una ciudad autónoma sostenible construida con plástico reciclado que se captura a sí misma.
Polimeropolis también genera electricidad limpia y agua en el sitio con sistemas renovables. Los arquitectos principales Juan Manuel Prieto y Clara Focaccia presentan sus visualizaciones a través de una serie de tomas de drones generadas por Midjourney realizadas en colaboración con el artista de inteligencia artificial Maxi Araya.
Presentado como un modelo escalonado escalable de una ciudad, el proyecto conceptual comprende una secuencia de "anillos" urbanos de uso mixto, cada uno de los cuales alberga un grupo de hábitats mientras encierra una enorme laguna oceánica.
Rodeando las islas, el equipo del Estudio Focaccia Prieto crea un límite de recolección de residuos hecho de redes y vegetación asociada a la fitorremediación, que restringen el paso de microplásticos y purifican el agua. Esto logra un ambiente desinfectado donde la vida marina y humana pueden florecer.
Una isla flotante gigante que limpia el océano y evita que los humanos se ahoguen en su propia basura, Polimeropolis se construirá principalmente con residuos de plástico reciclado que encuentra en el agua.
Los residuos serán triturados y compactados in situ en fábricas flotantes dedicadas a producir los componentes de un sistema constructivo íntegramente reciclado.
Además, totalmente autosuficientes, las ciudades flotantes generarán sus propios recursos y el movimiento de las mareas generarán energía eléctrica mientras que la ósmosis inversa creará agua potable. La producción de alimentos también se basará en el cultivo de flora y fauna marina en las lagunas cerradas.