La firma Badie Architects construyó en Giza, Egipto, una hermosísima casa que podría pasar como una gigantesca escultura de piedra en el paisaje.
Con muros de concreto y piedra, el proyecto adopta una dinámica apariencia que está integrado por sensuales formas naturales.
Para dar vida a este inusual proyecto, el equipo de Badie Architects empleó todos los avances digitales disponibles para evitar utilizar cualquier línea paralela y así formar una serie de vacíos y sólidos.
Y así fue como crearon un inusual vocabulario visual en el que era importante generar una simbiosis entre la construcción y el fantástico entorno natural que la rodea.
En un intento por representar la conexión innata con la naturaleza, el diseño final de esta casa emerge como una estructura similar a una cueva, utilizando sensuales e irrepetibles líneas.
El equipo de Badie Architects buscó una forma, de la única forma que sabía, de entablar un diálogo entre lo creado por el hombre y la naturaleza.
Construida sobre un terreno de mil metros cuadrados, la casa está integrada por sala-comedor, tres recámaras, un estudio, terraza, alberca y enormes ventanales que dejan entrar los rayos del sol.