La moda de crear sofisticados recintos de cristal se mantiene. Prueba de ello es el pabellón creado por el despacho Peter Stasek Architects en Napa Valley, California.
Para esta propuesta, Peter Stasek decidió trazar un curvilíneo inmueble en el que los futuristas y minimalistas detalles resultan cruciales. Cabe destacar que el techo de este fascinante lugar es aprovechado como un segundo piso, lo que resulta genial.
El acomodo en alto de este lugar, que servirá como templo para los fanáticos del vino, se combina con la perpendicularidad del lugar, lo que genera grandes voladizos y áreas de sombra en el exterior del pabellón.
Los límites de los pabellón están cubiertos de cristal, lo que resulta en ventanas de piso a techo, ampliando las vistas que desde el interior ofrece esta estructura y permitiendo que desde fuera se puedan apreciar las actividades que en ella suceden.
Los elegantes volúmenes que componen la edificación encierran un atrio de doble altura que se forma donde los dos niveles coinciden, y el techo de la planta superior cuenta con una serie de tragaluces que permite la entrada de luz natural a este espacio.
La firma de arquitectos desarrolló un espacio que, gracias al uso del cristal en buena parte del proyecto, permite que los visitantes se sientan en un recinto totalmente abierto.
Además de aportarle un carácter estético, el uso de grandes cristales hace de esta propuesta una altamente adaptable, pues fue concebida como una estructura temporal de fácil desmontaje y transporte.
Con luces LED que cambian de color, el arco abovedado permite un dinamismo en los patrones de iluminación, con lo que usuarios se pueden sentir en un espacio relajado y divertido.