La casa de diseño automotriz Makkina presentó el show car Triumph TR25, un renacimiento del icónico roadster británico Triumph Jabbeke TR2 que se presentó por primera vez hace 70 años.
Este automóvil de edición especial es un tributo al 25.° aniversario de Makkina junto con el 100.° aniversario de la insignia de Triumph en los automóviles.
El Triumph TR25 presenta un diseño aerodinámicamente optimizado, con un sistema de propulsión BMW i3S totalmente eléctrico para un rendimiento ecológico.
Makkina presenta el show car Triumph TR25. Fuente: DesignBoom
En el interior, la atención se centra en el conductor, con un interior minimalista y moderno.
El diseño de automóviles es un negocio incestuoso, entrelazado y muy egocéntrico, donde los diseñadores encuentran sus influencias y su autoexpresión canalizadas a través de los dictados inamovibles de la cohesión de la marca.
Se distingue gloriosamente de la intransigencia empresarial como un espectacular "qué pasaría si", una visión de un futuro alternativo que podría suceder.
Makkina fue establecida por el diseñador Michael Ani en 1998, siguiendo un camino que lo llevó a través de la Universidad de Coventry, el Royal College of Art de Londres y luego a trabajar en Volkswagen.
Makkina es una de las pocas consultoras muy discretas que se ubican en la periferia de la industria, totalmente fuera de la vista del público, y asesoran a los grandes fabricantes de automóviles.
El resultado es una actualización radicalmente simple del original, que fusiona el lenguaje de diseño de Triumph con el minimalismo que ofrece una plataforma eléctrica.
Las luces delanteras y traseras parecen cortar a través de las meticulosas superficies esculpidas de la carrocería, terminando la forma con dos hojas rojas en la parte trasera y dando al automóvil una fachada amigable y expresiva, como las Triumph originales.
Con ruedas grandes de 21 pulgadas llenan las aberturas, empujadas hasta el mismo borde de la carrocería, el concepto comparte una huella y todas las dimensiones con el i3, aunque la carrocería baja y sin cabina tiene proporciones muy diferentes a las del automóvil urbano alto de BMW.
Fuente: Wallpaper
Ante todo, el TR25 es un ejercicio de reducción, eliminando los excesos y utilizando superficies muy puras para expresar formas clave, como la entrada de aire delantera y el paragolpes y los pasos de rueda traseros ensanchados.
Por ahora, solo podremos que imaginar las impresiones de conducción, pero nadie dice que el Triumph TR25 no verá la luz.