Por: Mercedes Martínez / AURORA
ATEA nace hace más de diez años como un espacio multidisciplinario de experimentación artística, arquitectónica y sonora del colectivo Somosmexas.
Este colectivo se establece en un edificio en la calle de Topacio 25 (a unas cuadras del metro Pino Suárez) que anteriormente albergó una fábrica de cubrebocas. Con el brote de influenza en 2010, la fábrica creció y se mudó a otro lado, dejando el espacio libre para ATEA.
Su nombre es un acrónimo que está conformado por las iniciales de los pilares que forman el corazón de este espacio: Arte-Taller-Estudio-Arquitectura. Si bien el espacio se ha transformado a lo largo de los años, su esencia se mantiene.
Para ATEA es importante realizar actividades en La Merced y ser un punto de encuentro y generación de arte fuera de los circuitos habituales de la Ciudad.
En ATEA podrás encontrar el estudio de macramé de Daniela Chiñas. Foto: Mercedes Martínez
Una pieza importante de ATEA son los murales y las intervenciones de distintas técnicas que forman parte de la configuración del espacio y que te invitan a habitarlo. Están dentro y fuera de ATEA; se extienden al estacionamiento abierto con el que comparten entrada, y llegan incluso a algunos muros del barrio de La Merced.
Podemos encontrar piezas de artistas urbanos y grafiteros como Paola Delfín, Vlocke, Dusk, Meme, Stan, María Conejo y Martín Ferreyra, entre muchos más.
Arte urbano creado por Meme y María Conejo. Foto: Mercedes Martínez
Actualmente conviven varios espacios dentro de ATEA: El día de la impresión, dedicado a la serigrafía e impresión: el espacio de producción y taller de cerámica de Melissa Grassie; el estudio de macramé de Daniela Chiñas; un taller de diseño de moda llevado por Ilse; el estudio fotográfico de Nat y un estudio de arquitectura.
Obra hecha por Paola Delfín en ATEA. Foto: Mercedes Martínez
En ATEA suceden varios eventos, talleres, exposiciones y actividades a lo largo del año. El más conocido es su Mercado Local; una iniciativa de consumo consciente y responsable que congrega a artistas y productores locales cada fin de año.
Si desean conocer el espacio pueden aprovechar su Open Studio del 24 al 26 de marzo. Si por algo no pueden ir en estas fechas, no tienen más que acercarse a Topacio 25 y subir al primer piso, casi siempre encuentran ahí al menos a alguno de los proyectos que conforman ATEA.