Afortunadamente, a lo largo de la historia del arte, han existido muchas artistas feministas por lo que vale la pena revisar el trabajo de tres de ellas y conocer el impacto que ha tenido su trabajo.
Cabe señalar que el concepto de arte feminista en el campo de la historia del arte es relativamente nuevo, pues no se hizo realidad hasta las décadas de 1960 y 1970.
Muchas mujeres que se consideraban feministas se propusieron construir un cuerpo de trabajo que desafiara el statu quo patriarcal en el mundo del arte y el resultado fue sencillamente alucinante.
Kiki Smith
La artista estadounidense nacida en Alemania, Kiki Smith, de 69 años es mejor conocida por sus representaciones de la mortalidad y la sexualidad.
Esta artista multidisciplinaria ha experimentado con el tatuaje, el dibujo, la escultura, el grabado, los textiles y la fotografía para abordar temas relacionados con la condición humana. Defensora del movimiento artístico feminista, ha dedicado gran parte de su trabajo a explorar la figura humana femenina y su papel dentro de la sociedad.
My Blue Lake (1994) es un autorretrato de Kiki Smith que hizo con una cámara periférica. Foto: NYT
Sarah Lucas
Sarah Lucas, de 61 años, ganó su reputación como una joven artista británica durante la década de 1990. Utiliza juegos de palabras visuales y humor al incorporar fotografías, collages y objetos encontrados para crear sus obras de arte.
Coincidiendo con el feminismo de tercera ola, su arte satiriza los estereotipos de género y deconstruye la feminidad y la masculinidad. Se refiere al concepto de "mirada masculina" en su trabajo como fotógrafa para alentar al espectador a reconsiderar cómo se presenta a las mujeres en los medios y más allá.
Glance, 2007. Sarah Lucas. Foto: Garage Museum of Contemporary Art
Alexandra Gallagher
La artista multidisciplinaria inglesa Alexandra Gallagher, de 43 años, explora las nociones de feminismo, sexualidad e identidad en su trabajo. Sus retratos surrealistas de gráficos de cuentos de hadas toman la forma de collages, pinturas y grabados.
Suele presentar imágenes seductoras de mujeres en mundos imaginativos y espirituales. Basándose en la segunda y tercera ola de artistas feministas, su objetivo es liberar a las mujeres de los estereotipos masculinos a través de su arte.