Pintando una pared a la vez, la artista urbana francesa Zabou, afincada en Londres desde hace varios años, hace del mundo un lugar más colorido.
Trabajando principalmente con pintura en aerosol, Zabou crea retratos en blanco y negro a gran escala con fondos coloridos. Sus obras de arte resultan sumamente llamativas y estimulantes debido a que se centran en la expresión y en las emociones de sus modelos.
Sus inicios en este mundo no fueron nada sencillos debido a que creció en el Valle del Loira, Francia, una ciudad hermosa, pero que para los jóvenes creativos, quienes gustan de la cultura urbana y el hip-hop, resulta un lugar totalmente árido, donde pocos impulsan estos temas.
Desde pequeña le gustaba pintar a esta francesa, así que nunca dudó que algún día se dedicaría al arte de una u otra forma. No fue hasta que cumplió 19 años que realmente se acercó al muralismo y descubrió la magia de dicha disciplina.

No mucho tiempo después de haber realizado sus primeras pintas fue que la policía atrapó a la francesa cuando estaba creando, lo que la asustó mucho, pero jamás la detuvo para seguir creando a gran escala, como siempre le ha gustado.
A Zabou le gusta fascina romper los límites visuales y espaciales creando, de forma sumamente ingeniosa, divertidas piezas. Por esta razón explora varios temas, encontrando inspiración en la historia y el entorno donde pinta. Su mundo artístico gira en torno a los seres humanos, los iconos, el arte, la música, las películas, la naturaleza, el empoderamiento y el amor, principalmente.

Para esta artista, el arte urbano y el grafiti permiten que las comunidades se conecten entre sí y que las personas tengan una relación directa y muy personal con su entorno. El arte urbano es, de acuerdo con la visión de Zabou, una forma de cambiar las ciudades mientras crea diálogo social, inspiración, rebeldía o asombro.
Actualmente Zabou participa en festivales y proyectos de arte en todo el mundo, desde Europa y Asia hasta América del Sur.