Si metiéramos en un procesador de alimentos el compromiso feminista de Frida Kahlo y la estética surrealista de René Magritte, obtendríamos –sin restarle mérito propio, por supuesto– un sublime pastiche llamado Tasha Kusama: dual surrealist modern pop (y si me faltó algún adjetivo, espérenme que ahorita lo encuentro).
Esta artista californiana, que creció en San Francisco, en su haber cuenta ya con más de 20 exposiciones, además de un sello personal muy específico: el desdoblamiento del yo, la incorporación de las contradicciones conceptuales y existenciales, plasmados en una propuesta estética perfectamente lubricada en óleos del mundo postmoderno. Juega con la dualidad, la acaricia y la deconstruye.
Innegable las referencias a la pintora comunista mexicana de principios del siglo pasado. Como Kahlo, tiene su versión de los corazones interconectados de dos mujeres que son la misma y no, conjugándose en una dualidad contradictoria y complementaria.


En su obra Corazones de Chicas (arriba) se aprecia un tributo de Kusama a Las dos Fridas (abajo), de la pintora mexicana. Fuentes: Tasha Kusama y Google Arts & Culture
La influencia y el tributo en nada empaña el trabajo y reversiones de Tasha Kusama, cuya hoja de vida muestra su impecable formación: en 2008, año en que se graduó de la carrera de Bellas Artes en el ArtCenter, obtuvo el BFA de Ilustración. Su trabajo se ha exhibido en galerías de Los Ángeles, Santa Mónica, San Diego, Nueva York y Copenhague, entre una veintena de ciudades más. Ha tenido participaciones destacadas en Hi-Fructose, Juxtapoz, American Illustration, el libro del vigésimo aniversario de Cartoon Network y la revista Dot de ArtCenter.
La han albergado galerías como Sloan Fine Art, de Nueva York, y en colectivo, lugares como La Luz de Jesús (Los Ángeles), Mohs Exhibit (Copenhague ) y Fresh stART (Santa Mónica).

Seksigrillz, de Tasha Kusama. Fuente: Tasha Kusama
Tanto por su perfil personal como madre y su actividad como docente en el ArtCenter for Kids, Tasha Kusama admite que su trabajo reciente tiene una gran influencia hacia la maternidad, en el sentido de crianza de una generación absorta por la inmediatez y el desprecio al futuro, a cambio de vivir el aquí y ahora a tope.
“Como madre de dos adolescentes en este momento de mi vida, a menudo trato de imaginarme la vida a través de sus ojos”, dijo la artista a la revista de arte contemporáneo Hi Fructose.
“La vida a través de selfies. Cantidad sobre calidad. Gratificación instantánea versus retardada. Yosemite contra el centro comercial. A medida que nos inundamos más y más con las cosas de la vida, los cientos de miles de piezas de joyería de $2.80 en Forever 21, el abismo interminable de imágenes de Internet. Estoy explorando cómo es simplemente estar en esta época de 'vida en línea': nuestro yo proyectado. Me interesa la dicotomía de nuestra vida interior frente a nuestra vida exterior”.
La descripción que hace de su trabajo, como una fusión de elementos culturales pop "súper falsos", frente al mundo natura, y la contemplación de muchas de sus piezas, hacen pensar también en otro referente: el surrealista flamenco, René Magritte.
Suave, pero duro, uno de los óleos de Kusama, irremediablemente nos convoca a La magie noire que se exhibe en el museo dedicado al belga, en la ciudad de Bruselas.


La dicotomía, la dualidad, los opuestos que se complementan: tierra fundida al cielo a través del cuerpo de una mujer, el ser dentro del cual se funden los géneros para dar nueva existencia. La mujer misma, como expresión de la dualidad intrínseca. Suave, pero duro, de Kusama (izq.). La magie noire, de Magritte, de 1945.
"A menudo estoy en un espacio existencial", le dijo a Dot la artista, "contemplar lo que significa estar aquí, lo que estamos haciendo con nuestro tiempo y lo que es valioso o importante para nosotros".
Y cómo no echar mano del surrealismo, el existencialismo y el feminismo para poder leer, navegar y llegar a buen puerto, en esta sociedad inmediata, de iconos cada vez más falaces y futiles.
Además de pintar en galerías de bellas artes, Kusama ha trabajado con distintas marcas, para su brandeo: el Skirball Museum, Moca, Uniqlo, Target, JCP, Kenzo, Trina Turk, Macys, Quiksilver, Levis, Vans, Michael Kors y Hermes, entre otros.
Más obra de la artista se puede encontrar en sus redes sociales y en tashakusama.com, donde uno debe estar dispuesto a echarse un clavado al espejo y mirarse desde el otro lado de éste.