Seguro que conoces la historia de la joven que pierde una zapatilla de cristal al huir de un baile y gracias a eso se convierte en princesa. No es ninguna mentira que la fábula de Cenicienta es conocida por todos, especialmente gracias a Walt Disney Studios.
Pero para la concepción artística de la animación, que debutó en la década de 1950, una mujer fue fundamental, y esa fue Mary Blair, siempre recordada como una de las ilustradoras favoritas de Disney.
Durante más de una docena de años, una mujer sin pretensiones y de voz suave dominó el diseño en The Walt Disney Studios con una creatividad alegre y una paleta de colores exuberante que imprimió el aspecto de muchas películas animadas clásicas de Disney.
El arte de Mary para Peter-Pan. Fuente: Pinterest
Las atracciones favoritas de los parques temáticos, en particular el paseo en bote "It's A Small World", creado originalmente para la Feria Mundial de Nueva York de 1964, también se encontraban entre sus diseños, por lo que no puedes ignorar la vida de una de las ilustradoras más importantes de la humanidad.
Mary nació en Oklahoma en 1911 y, además de Cenicienta, produjo el concepto artístico de otras animaciones como Alicia en el país de las maravillas y Peter Pan.
En una industria dominada por hombres, Mary se destacó por sus hermosas ilustraciones y su propia belleza encantadora, ya que sin duda pudo haber destacado como una de las actrices más bonitas de Hollywood de la época, pero siempre le atrajo más el dibujo.
Antes de unirse a Walt Disney Studios, Mary había trabajado con otras empresas prestigiosas, como la California Watercolour Society, y también había producido arte publicitario para empresas como Johnson & Johnson.
Estaba casada con el artista Lee Blair, y ambos también trabajaban juntos, no obstante, murió a los 67 años, víctima de un aneurisma cerebral.
En su mejor momento, Mary fue una artista estadounidense increíblemente prolífica que animó e influyó en los mundos no tan pequeños del cine, la impresión, los parques temáticos, la decoración arquitectónica y la publicidad.
Su arte representaba y comunicaba puro placer al espectador. El estilo personal de Mary coincidía con las imágenes que fluían sin esfuerzo y continuamente de su pincel durante más de medio siglo. Walt Disney amaba su arte y lo defendió en el estudio, y es que los dos compartían muchas sensibilidades, incluida una afición infantil por el juego en las imágenes.
En su libro They Drew As They Placed Vol 4: The Hidden Art of Disney’s MidCentury Era: The 1950s and 1960s, el historiador de Disney, Didier Ghez, señala que los artistas que lideraron esta ola fueron Lee Blair, Tom Oreb, John Dunn, Walt Peregoy y Mary Blair. Estos "héroes" ayudaron a dar forma al futuro de la animación.
“Mary tenía un sentido excepcional del color y el diseño”, dice Ghez. “Al principio, Walt
estaba un poco atónito por su arte, que no se parecía a nada que hubiera visto antes, pero luego se enamoró de él. Se dio cuenta de lo contemporáneos que eran sus diseños y de lo talentosa que era como artista”.