La industria de la moda es una tierra de experimentos y oportunidades que esperan ser aprovechadas.
La ex alumna de Central Saint Martins, y ahora directora creativa de su propio sello homónimo, Celine Yu Hei Kwan, lo entiende perfectamente.
Nacida en Hong-Kong pero criada en el Reino Unido, Celine se graduó en 2020 y decidió comenzar su sello mientras pasaba un tiempo en la ciudad donde nació.
Hoy es una diseñadora que ha causado un fuerte impacto en el mundo de la moda.
Abordando el diseño de moda como una herramienta para contar historias, el joven y entusiasta diseñador pretende “ser parte de la memoria de las personas”.
Con su fusión de moda y muebles, su ropa se ha vuelto una diversión colorida, lo que refleja el afán de la moda por volver a la fiesta.
Inspirándose en los interiores de las década de 1960 y 1970, especialmente en los muebles, su trabajo tiene un propósito multifuncional.
Su moda es una respuesta a los temas de aquellos tiempos porque se dedica a inflar aspectos de las prendas, desde los sombreros hasta los volantes.
Algunos te permiten sentarte en ellos y otros simplemente alegran el espacio interior.
Kwan, entre otras cosas, también ha creado 'botas de jarrón', deshuesadas con alambres y un compartimento de bolsa de plástico, que se puede usar como un jarrón literal cuando se quita.
Para Celine, la experimentación con el color y las texturas son un elemento infaltable, llevándolo a cabo en combinación con tecnologías de vanguardia.
Kwan ha buscado inspiración en la obra magna 2001: Una odisea del espacio de Stanley Kubrick, así como en los diseñadores de productos pop de la época, desde el diseñador finlandés-estadounidense Eero Saarinen hasta el diseñador industrial francés Olivier Mourgue, diseñador de la silla 'Djinn' cuyos contornos futuristas aparecieron en la película de Kubrick.
Este espíritu optimista y centrado en el futuro recorre toda su obra.
Al final de todo, su objetivo es abrir una marca para desarrollar estas ideas tecnológicas y establecer un espacio creativo como diseñadora asiática.
Para Kwan, que ha trabajado en Viktor & Rolf y Roksanda, tales demostraciones de color y maximalismo son una segunda naturaleza.
Siempre he querido capturar la esencia de las décadas de 1960 y 1970 dentro de las siluetas, estampados y textiles, pero con un toque futurista, un giro de 2021 para ser exactos.
Con miras hacia el futuro, la creadora aspira a diseñar para el futuro requiere materiales más sostenibles.
Sus vestidos están recubiertos con una fina tela transparente en la que se imprimen una serie de puntos blancos hechos de plástico sostenible a base de maíz en una formación perfectamente simétrica impulsada por algoritmos.
Aléjese y los puntos se transforman en un patrón de encaje floral que, fiel a la estética de Kwan, une lo retro y lo futurista.
Para Celine, la mejor manera de crear el futuro es buscar en el pasado y refrescar esas tradiciones agregando un punto de vista moderno. “La innovación viene con el conocimiento de las tradiciones”, afirma, por lo que la diseñadora menciona que necesitamos aprender y comprender lo que la gente valora y cómo podemos innovar y cambiar para mejorar como personas.
Y ante todo, así funciona su moda.