“No soy lo que soy, soy lo que hago con mis manos”, dijo una vez la artista Louise Bourgeois, cuya carrera de siete décadas abarcó una gran variedad de medios y cuya influencia sigue siendo realmente relevante.
Ahora, 12 años después de su muerte, la Galería Hayward de Londres presenta The Woven Child, la primera gran retrospectiva que se centra exclusivamente en su trabajo con telas y textiles.
En esta extraordinaria muestra, el espectador podrá observar instalaciones, esculturas y collages que esta icónica artista llevó a cabo con materiales como pañuelos y ropa de cama.
También hay varias de sus instalaciones de su famosa serie Cell, hecha en la década de 1990, cada una de las cuales contiene objetos personales relacionados con su infancia.
The Good Mother, de Louise Bourgeois. 2003. Fuente: AnOther Magazine
Otras de las obras que llaman la atención de The Woven Child son las cuatro grandes vitrinas que contienen esculturas de tela, expuestas una al lado de la otra. Dichos trabajos abordan temas tan variados como la sexualidad, el trauma y la memoria.
En las últimas dos décadas de su vida, Louise Bourgeois se embarcó en un nuevo camino creativo. Durante dicho periodo creó un grupo de esculturas, dibujos e instalaciones que incorporaron telas domésticas, lo que incluye prendas de vestir, ropa de cama y fragmentos de tapices, a menudo procedentes de su propia historia familiar y personal.
A lo largo de su vida, Bourgeois guardó varias prendas de vestir, lo que incluyó vestidos y ropa interior de su infancia y artículos que habían pertenecido a su madre.
Como hija de restauradores de tapices, el interés de la artista a sus 80 años hacia los textiles podría verse como una exploración renovada de su pasado pero también como un complejo (y bellísimo) proceso de haber remendado heridas del pasado.
Para Louise Bourgeois, los textiles eran tan significativos como las páginas de su diario por su capacidad de retener la memoria de personas, lugares, eventos, y el contacto con su propio cuerpo.
Debido a esto, muchas de las obras textiles tardías de Bourgeois le ayudaron a recalibrar preocupaciones y estrategias formales transversales a su ya conocida producción artística.
Por esta razón la muestra The Woven Child, que estará abierta al público hasta el final de este mes de mayo, es un evento imperdible en el que se puede explorar a través de los ojos de Louise Bourgeois temas verdaderamente complejos como los son el de identidad y sexualidad, trauma y memoria y culpa y reparación.