El trabajo del fotógrafo chileno Eduardo Loyola es sofisticado y sorprendente.
Este artista se ha especializado en capturar reconocidos edificios en imágenes en blanco y negro, lo que nos da una nueva perspectiva, mucho más elegante e imponente de los mismos.
Loyola huye de lo tradicional en cuanto a fotografía de arquitectura, pues el cómo juega con las sombras y las luces le da a su trabajo un toque místico.
Actualmente este artista forma parte de Gally, ubicada en la ciudad de Miami, Estados Unidos, así que te invitamos a conocerlo un poco mejor a través de Bio Fahrenheit.
¿Estudiaste arte o eres autodidacta?
Estudié Business Administration, Computer Science y Fotografía con mi gran mentor Bob Borowicz, fotógrafo, inmigrante Polaco llegado a Chile durante la Segunda Guerra Mundial.
Describe tu profesión en una frase.
Gratitud por tener la sensibilidad, creatividad y la destreza visual para poder plasmar en una imagen que conmueva y emocione a los demás, a partir de algo que percibes desde tu más profunda intimidad. Es un gesto de gratitud espiritual de tu ser hacia los demás.
¿Cuál fue la primera obra que te marcó para iniciar tu camino en el arte?
Fue una gran obra, un proyecto fotográfico de paisajes que Ansel Adams creó durante mucho tiempo en Yosemite, California. Blanco y Negro. Maravillosa y que inspiró mi amor por la fotografía fine art en blanco y negro.
Lugar de inspiración o reflexión.
El mar y el surf. La perspectiva y la mirada contemplativa hacia la playa y la tierra, que se genera espontáneamente cuando estás flotando, sentado en tu tabla, al ritmo y en la sintonía del mar, esperando una ola para montarla y la indescriptible sensación de éxtasis que se produce en esa dinámica.
¿Cuál es tu punto de encuentro favorito con los amigos?
Reunirse en mi casa o en la casa de algún amigo, preparar un delicioso barbeque, y disfrutar de la conversación, los recuerdos, las bromas y las risas, las mismas risas y fraternidad que persiste a través de los años.
¿Cuál fue tu primera obra?
Se llama La Huella. No fue la primera, ni la segunda fotografía que hice, fue una fotografía que me regaló la playa y el golden hour de dos huellas de pies descalzo en la arena y que, producto de la luz de ese momento, parecían tener volumen en la arena, sobresalían. Es un fenómeno que no lo busqué intencionalmente, sino que lo pude observar al revelar la película y realizar una impresión.
Tres creadores que admiras.
Es difícil decidir solamente tres. Me voy a tomar la libertad de nombrar cuatro, con mucho dolor por tener que priorizar dentro de tanta belleza, conexión y creatividad.
Ansel Adams, como mi inspirador inicial; Henri Cartier Bresson como icono del fotorreportaje y por lo tanto podríamos decir de lo que hoy se llama street photography. Además, incursionó en el cine y posteriormente en el dibujo, es decir un artista muy completo.
Después elegiría a Dorothea Lange, fotógrafa de estudio, que decidió salir a la calle a fotografiar, girando hacia el fotorreportaje y documentar de una manera brillante la átmosfera social que se vivió en Estado Unidos después de la Gran Depresión, con una mirada aguda, certera y sincera de las personas empobrecidas por el acontecimiento.
Y agregaría a Sebastiao Salgado, por poder lograr captar el dramatismo, en blanco y negro, de fenómenos sociales poco visitados y tal vez evitado por la gran mayoría de las personas. Era tanta su capacidad de conectarse con el drama humano, que se enfermó gravemente por el hecho de su conexión con esos mundos. Gran fotógrafo.
¿Qué significa para ti crear?
Crear, para mí, es una manifestación corporal, intuitiva, emocional y espiritual de un fenómeno inicialmente desconocido para mí, que lo intuyo, lo siento en mi cuerpo, pero no sé lo que es, hasta que, por un chispazo, un darse cuenta súbito, de toma consciencia, se presenta ante ti de una manera obvia, que te hace absoluto sentido y que te llama a materializarla, a darle vida, a crearla, desde cualquier manifestación humana, ya sea la pintura, escultura, literatura, teatro, danza, música, industria, arquitectura, grandes construcciones de infraestructura, es decir la necesidad humana de plasmar sus inquietudes más profundas. Eso es crear.
¿Qué es lo que más importante en tu día a día?
En mi día a día lo más importante es, en cuanto me despierto, tomar agua y agradecer por estar presente y tener la oportunidad de otro día para crear y crecer. Esos son un par de minutos después de los cuales me preparo para el día con meditación y contemplación, para ordenar mi mente y tomar consciencia de mi cuerpo, alinearlo a mi mente para pedir un día fluido, entretenido y de aprendizaje. Una ducha con agua fría, todos los días para estimular el sistema inmunológico. Un buen desayuno y a trabajar contento, porque hay que vivir contento y agradecido.
En tres palabras, ¿cómo te describen tus cercanos?
No tengo idea. Es una buena pregunta y la verdad es que nunca lo he preguntado, ni me lo han dicho, ni lo he escuchado de algún cercano…voy a averiguar.
Algo que quieras agregar.
La vida es corta y, de acuerdo a lo que yo creo, es una pasada más dentro de muchas veces que volvemos, y estamos acá para evolucionar, crecer y contribuir. Para fluir con esto, hay que viajar liviano por la vida y expresando gratitud. Ser consciente del fenómeno humano desde una mirada amplia, empática y compasiva. Es un milagro que existamos y a veces nos olvidamos de esto. Agradecer por estar, sorprenderse por lo que existe, viajar alegre y siempre usar con humildad las tres palabras más importantes: por favor y gracias.