Pocas veces se ha montado una exhibición tan completa de René Magritte como la que actualmente alberga el Museo Thyssen, en Madrid.
En La máquina Magritte, muestra conformada por 96 obras, el espectador puede conocer los temas que le obsesionaban a uno de los artistas más populares de todos los tiempos.
El imaginario de este surrealista belga, como se podrá apreciar hasta el domingo 30 de enero, está integrado por su pipa, los bombines, los cielos, los marcos de las ventanas y personajes híbridos.
El recorrido por esta inigualable exposición permite seguir la evolución creativa de René Magritte y conocer, a muy grandes rasgos, su vida.
Magritte no creía en que los acontecimientos que vivió hayan influido en su personalidad y arte, pero esto solo lo podrá determinar el espectador al conocer los detalles de su vida y ver más de sus creaciones.
Un dato interesante que brinda esta exhibición es que en varios de sus cuadros aparecen cabezas cubiertas con sábanas.
Lo anterior lo atribuyen varios expertos a que cuando René Magritte tenía 14 años, encontraron a su madre muerta flotando en el río. Su camisón estaba enroscado en su cuello y le tapaba la cara.
Esta muestra resulta clave para poder comprender al genio que ha influido en muchos de los grandes artistas del siglo XX, como Marcel Broodthaers, Jeff Koons y Jasper Johns, así que vale la pena recorrerla de cabo a rabo.