A través de esculturas que representan cuerpos mutilados, fragmentados y recompuestos es como la artista peruana María Abaddon confronta (de forma brutal) al espectador con su mortalidad.
Abaddon, de 34 años, recurre al formato de instalación para generar espacios transitables, así como de monumentalidad para crear una experiencia de inmersión y mucho más impactante.
Lo que esta artista busca con su obra es mostrar al espectador que todos los días, de una u otra forma, convive con cuerpos mutilados por muy diversos motivos como la violencia obstétrica, maternidad o modificaciones corporales y de identidad.
También busca que reflexione sobre todos aquellos cuerpos que aparecen en los diversos medios de comunicación debido a que fueron asesinados, arrollados, degollados o violados.
De una forma u otra, María Abaddon trata de concientizar a las personas sobre el cómo se ha normalizado la violencia. Que el culto al cuerpo perfecto es tan solo un mito y que debemos de frenar el mismo.
Por lo mismo, las esculturas de tela que presenta son imperfectas, mutiladas y con golpes que nos recuerdan nuestra fragilidad.
Debido a que presenta una realidad abrumadora y un tanto repulsiva (hasta grotesca) es que las impactantes instalaciones que esta artista peruana crea son sumamente importantes para concientizar.
Así, María Abaddon, creando una metáfora visual es como protesta contra las abrumadoras estructuras de poder y rechaza la incesante escalada y negación de violencia que actualmente vivimos.