La década de 1980 fue una plagada de escenarios de amenazas inimaginables, también una que celebró muchas revoluciones pequeñas y grandes, revelando un legado que aún existe al día de hoy. Especialmente en la música.
En los 80 todo cambió; mientras se anunciaban los estrenos de películas como El Resplandor (1980), Scarface (1983), Flashdance (1983), Érase una vez en América (1984), Purple Rain (1984), Top Gun (1986), Full Metal Jacket (1987), y la cultura chocaba con los fundamentales cambios socioeconómicos de la época debido a los avances en la tecnología y a un alejamiento mundial de las economías planificadas y hacia el capitalismo, la década llegó y pasó como una de las más trascendentes de la humanidad.
Por otra parte, debido al mismo encuentro de la mutación social, los videos musicales dieron lugar a una nueva y llamativa clase de estrellas mientras se dejaba atrás a los boomers que no estaban lo suficientemente en forma para lucirse en MTV, que marcó cómo tenía que ser la imagen y la popularidad.
Antes del colapso de la bolsa de valores de 1987, el mundo se estaba enriqueciendo y nuestros guardarropas se llenaban de demostraciones manifiestas de riqueza con los atrevidos diseños teatrales de Christian Lacroix y los vestidos de Azzadine Alaia mientras los diseñadores japoneses como Yohji Yamamoto, Issey Miyake y Rei Kawakubo de Comme de Garcons encarnaron un nuevo estilo, agregando formas escultóricas a la mezcla.
La década de 1980, en una brevísima conclusión, donde surgieron varios géneros musicales, incluidos hip hop, new wave y hair metal, todos los cuales han influido en la música actual, fue posiblemente la década más atrevida en la historia de la moda moderna, una era mágica de siluetas exageradas, permanentes y colores saturados. Eran los años de los hombros hinchados y los trajes de poder, las faldas llamativas y los leggings de elastano, el terciopelo, los calentadores de piernas y los voluminosos pantalones de paracaídas.
Reflejó el comienzo de un período de gran disparidad de ingresos y un enfoque en la riqueza se reflejó en la música, y nada se subestimó, ni el sonido, ni la moda, y ni siquiera la caridad. Así surgieron algunos de los personajes más trascendentes de la época, una de mucho pelo, vestuarios extravagantes y éxitos masivos.
A continuación te presentamos cinco cantantes que dan sentido a justamente eso. ¿Cuáles hacen falta? Visita nuestra galería en la parte superior para conocer a más artistas de la época.
1. Michael Jackson
Michael, cantante, compositor y bailarín, fue el artista más popular del mundo durante gran parte de la década de 1980.
El Rey del Pop tuvo numerosos sencillos de éxito y videos musicales icónicos en su haber antes de su muerte que conmocionó al mundo a la edad de 50 años el 25 de junio de 2009.
Después de estrenar Thriller el 30 de noviembre de 1982 a través de Epic Records, revolucionó el mundo de la música y del arte contemporáneo a través de su moda característica, sus innovadores videos musicales y su destreza en el baile. Hasta el día de hoy, su impacto y fama no muestran signos de disminuir, mientras las preguntas que plantea como fenómeno social siguen siendo relevantes.
Micheal y Quincy Jones en 1984. Fuente: ZUMA Press
2. Madonna
La número dos, por supuesto, es Madonna, porque irrumpió en la década de 1980 rompiendo las normas, exhibiéndose empoderada mucho antes de que el término empoderamiento cobrara su revelancia como es debido.
Entre la actitud punk y el sabor a chicle del pop, la diva surgió prácticamente de la nada en 1982 tras firmar con Sire Records, una filial de Warner Bros., y lanzó su álbum debut Madonna al año siguiente.
Tras continuar publicando una serie de álbumes, para 1984 encontró una inmensa popularidad que superó los límites de contenido de sus letras, explotó su imágen a través de sus vídeos musicales y convirtio su nombre, básciamente, en una obra de arte que sigue latiendo.
Cantando Like a Virgin, manteniendo su imagen fresca y acoplándose a la exigencia de los tiempos, Madonna Louise Ciccone sigue dando vida a la ambición rubia.
Fuente: Chic Magazine
3. Prince
Prince, quien nació un 7 de junio bajo el nombre de Prince Rogers Nelson, impregnó de sensualidad al mundo de la música y de la moda con su juguetón estilo y peculiar forma de borrar los límites entre géneros sexuales.
En cuanto a su carrera musical desde que lanzó su tercer álbum, en 1980, quedó clarísimo que alguien muy diferente había llegado a la escena de la música. Titulado Dirty Mind, la portada lo mostraba con una tanga negra. En el interior, en canciones como Head, Sister y Do it All Night, cantaba sobre una serie de temas que pocas veces habían sido abordados, como el incesto.
Su éxito de dos años después, Little Red Corvette, también fue una larga metáfora cargada de referencias sexuales. Otro álbum súper cargado de sensualidad fue 1999.
4. Bono
No hay que dejarse engañar por el nombre corto de U2, porque la banda, con el cantante Bono a la cabeza, ha sido durante mucho tiempo un elemento básico en la industria de la música.
En 2005, después de décadas de trabajo, el grupo fue incluido en el Salón de la Fama del Rock & Roll, pero la realidad es que la banda no estaba ni cerca de retirarse. En 2017, el grupo de rock irlandés lanzó su álbum Songs of Experience, que se convirtió en el octavo disco de la banda en alcanzar el primer lugar en la lista Billboard 200, un logro con el que U2 se convirtió en "el único grupo con el número uno en la década de 1980, 1990, 2000 y 2010 ", según Billboard.
Y durante todo este tiempo, el vocalista ha enfrentado diversos contratiempos, pero manteniendo su liderazgo, presencia musical y esfuerzos filantrópicos.
Tras su paso como un cantante emocional a asesor político, sería pecado dudar de la influencia en la década de 1980 de aquel que tiene un solo nombre.
5. Bob Dylan
La faceta de 1980 de Dylan es quizá una de las más interesantes, ya que, aunque sacó grandes éxitos, la década significó que su trabajo no estuviera a la altura de su genio habitual.
Sonaba perdido en la década de 1980; los tiempos fueron considerablemente duros con él después de que fungió como portavoz de una generación, y ahora, el visionario estaba luchando por adaptarse a un panorama musical que había sido remodelado por el punk, el pop, MTV y el hip-hop.
Mientras otras figuras notables como David Bowie, quien bien podría llegar en el dignísimo sexto lugar de este conteo, o los Rolling Stone reflejaban la locura desenfrenada de rock and roll, el fervor religioso de Dylan lo tuvo escribiendo canciones flojas y sin inspiración o sofocando melodías decentes con una producción elegante y llamativa.
A veces grababa algo que podía coincidir cara a cara con sus clásicos del pasado, como Blind Willie McTel o Series of Dreams, pero decidió sólo para guardárselo para él, ya que nunca los publicó.
A pesar de que Dylan falló tanto como bateó en los 80, todavía estaba bateando un promedio más alto que casi cualquier otra persona en su cohorte de boom, y aunque su carrera discográfica a una depresión aparentemente irreversible, logró montar algunas de sus giras más exitosas financieramente.