Ante los ojos y el trabajo del director de cine Woody Allen, no hay un tema más romantizado que la ciudad que lo vio lo nacer, dueña de su admiración total.
Y bien, aunque no todas las películas de Woody son películas en o sobre Nueva York, algunas confirman y el realzan la frase I want to be a part of it de la canción New York, New York de Liza Minelli, hecha famosa posteriormente por Frank Sinatra.
Edificante, desgarrador, aspiracional, y también gracioso: el cine de Woody Allen (como su ciudad) son todo eso, porque hasta caminando por la ciudad uno no puede evitar ser parte de su escenografía, o bien, de los "momentos de Woody" a lo largo de las aceras, por lo que su trabajo, además de atraparnos con sus historias, nos obliga a mantener los oídos y los ojos abiertos para ver a una pareja en disputa afuera del Lincoln Center.
No importa si no hayamos estado nunca en Nueva York, si vemos alguna de las siguientes películas enmarcada en el núcleo urbano de Allen, tenemos consciencia de que ese lugar existe, de cómo se vive, forjando y consolidado una imagen icónica, conceptual y actancial del espacio urbano neoyorquino.
Llenas de nostalgia, sus películas pueden ser un poco anti-climáticas, pero siempre se sentirán atemporales, por lo que hacemos un repaso de éstas.
Annie Hall (1977)
Annie Hall es la película que abre el ciclo urbano que el director le dedica a la ciudad. De acuerdo a la tesis de Miguel Zamora en bifurcaciones.cl/, es un largometraje que lejos de lo que pueda parecer a simple vista, merece una mención especial por la gran cantidad de contenido urbano que trasciende de ella.
Al final, la película es el triunfo de Alvy, el personaje de Woody Allen; no en el aspecto amoroso, pero sí en el urbano, ya que, tras su insistencia, por fin ha conseguido que Annie haya podido sentir la ciudad de la misma manera que la siente él, lo cual también refleja una forma de amor eterno entre ambos.
Hacia el final, el personaje de Diane Keaton le dice al de Allen: "Eres como la ciudad de Nueva York. ¡Eres una isla!", culminando un trabajo que sería determinado como su gran reflejo de la ciudad.
Fuente: bifurcaciones.cl/
Manhattan (1979)
Ante los ojos de una gran mayoría de público, Manhattan sigue siendo la película más urbana de Woody, pero lo que pretendía ser un regalo del director, una alabanza eterna a la ciudad, se quedó a medio camino.
Es la película que, aparte de todo lo demás, inventó el cliché de la comedia romántica de la prisa de última hora hacia el aeropuerto, todo idealmente realizado entre la preocupación común de la ciudad que puede ser la falta de taxis en el denso tráfico.
Pero también, desde el movimiento #MeToo, la una vez celebrada película se ha convertido en la obra arquetípica del arte machista, un sinónimo, para algunos, de todo lo que está mal en Hollywood y el patriarcado, ya que para las mujeres que están revisando sus propias historias sexuales y recordando la atención inapropiada de hombres mucho mayores, la trama protagonizada por Isaac y Tracy reflejan perfectamente una relación de explotación.
Hannah y sus hermanas (1986)
Hannah and Her Sisters de Woody Allen, es para muchos, la mejor película que ha hecho.
Abarcando dos años en la vida de neoyorquinos que trabajan en las dos industrias más trascendentes de la ciudad: el del arte y el del dinero.
Organizada como una novela episódica, con pequeñas y agudas viñetas independientes que se suman al panorama general, comienza y termina en cenas familiares de acción de gracias, con la cena a la mitad de la película sirviendo como un punto de inflexión para varios personajes.
Cada sección comienza con un título o una cita en la pantalla, blanco contra negro, lo que hace que la película parezca una progresión majestuosa a través de la vida de sus personajes.
Entonces la estructura se explota, una y otra vez, a través de la energía y la pasión de esos personajes.
Protagonizada por Mia Farrow, quien en la vida real llevaría una tormentosa relación con el cineasta, Hannah y sus hermanas es la decimocuarta película escrita y dirigida de Allen, y vale la pena porque logra combinar la profunda conmoción y la comedia hilarante, esta vez en una gran saga familiar, haciendo reír y llorar alternativamente al público.
Día de lluvia en Nueva York (2019)
Día de lluvia en Nueva York cuenta cómo la historia de una joven pareja, aún llena de sueños e inquietudes, puede tomar rumbos muy distintos en tan solo un día.
Por un lado, ella es una periodista del periódico de su universidad, y tiene la oportunidad de entrevistar a un director de cine de renombre, mientras que él es un joven de clase alta sin demasiadas ocupaciones ni preocupaciones salvo vivir el día a día.
Para los críticos, la película, protagonizada por Elle Fanning y Thimotée Chalamet, tiene destellos del Allen más ingenioso, así como un sentido del ritmo narrativo privilegiado.
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