Meat Loaf llegó a la escena musical como un murciélago salido del infierno. Y es que, en 1977, a partes iguales de bestia y belleza, irrumpió en el gremio con Bat Out of Hell, que con una elegancia salvaje y una teatralidad apasionada, llegó a definir su carrera de décadas, logrando además demostrar que la música no es solo algo que escuchas, sino algo que sientes.
Fuente: Billboard
Nacido Marvin Lee Aday en Dallas, Texas, el 27 de septiembre de 1947 como el hijo de un policía y una cantante de gospel, el joven Meat tuvo una infancia difícil, marcada por su sobrepeso y el tormento que esto conlleva, el alcoholismo y las golpizas de su padre, no obstante, al graduarse de la secundaria y posteriormente de la universidad, encontró su llamado en los escenarios teatrales.
Siempre un aficionado a la música, no tardó en mudarse a Los Ángeles y formar su primera banda, Meat Loaf Soul, un nombre inspirado en un apodo que le dió su entrenador de fútbol debido a su excesivo peso.
Luchando por ser tomado seriamente en la industria, durante 1968 y en los años siguientes, el joven rockero tocó con su conjunto en diversos escenarios sin mayor éxito.
Por medio de sus esfuerzos, logró ser parte de Hair, una ópera beat sobre la cultura hippie de los años 1960 en los Estados Unidos, y luego de la disquera Motown, donde conoció a la cantante Shaun "Stoney" Murphy, con quien tendría sus primeras giras y éxitos, unas que le abrieron la puerta en 1973 para unirse al aclamado Rocky Horror Show, donde conoció a Jim Steinman, con quien empezaría a crear su ópera prima.
Tras años de trabajo que incluyeron presencia en el cine, presentaciones esporádicas de teatro y colaboraciones con otros artistas, tras más de cinco años de trabajo, en 1977 Bat Out of Hell fue finalmente liberado. Su primer concierto fue para abrirle a la banda Cheap Trick en Chicago, pero la exposición nacional finalmente llegó como invitado musical en Saturday Night Live el 25 de marzo de 1978, cuando el anfitrión invitado, Christopher Lee, se encargó de presentarlo ante el público.
Fue así que el hombre una vez conocido como Marvin Lee, envuelto en un encanto irregular que más tarde se definiría como rock ópera, se convirtió en murciélago para crear uno de los personajes más importantes de la historia del rock.
Con su canción que lleva el mismo nombre del disco, que tiene una duración impresionante de 9 minutos y 52 segundos y presenta riffs de guitarra épicos, los sonidos de una motocicleta acelerando, el músico alcanzäo una especie de volumen sonoro que parece estar a punto de explotar.
El objetivo de Steinman era hacer una canción sobre el accidente automovilístico más extremo de todos los tiempos, y el resultado es eso mismo.
Tras la triunfal llegada de Meat Loaf al electrizante escenario musical de la época, lo que restaba de la década de 1970 y 1980 sería un turbulento viaje de apasionante teatralidad y un sonido que no solo se convirtió en uno de los más puros del rock, sino definió la forma narrativa que muchas bandas adoptarían en los años por venir.
A pesar de que los primeros éxitos fueron controversiales para su época, ya que de acuerdo a los críticos alimentaban a los adolescentes suburbanos con un suministro constante de fantasías de muerte, las sensibilidades románticas y aparentemente ligeras de su sonido pronto dieron paso a una forma de música rock más considerada y cada vez más controvertida a las formas de Dylan, The Rolling Stones y otros que reinaban la época.
Richard Corliss, que escribía para The New York Times en 1967, describió la nueva selección de canciones de rock de Meat y los suyos como algo novedoso, alto nivel, y verdaderamente alejado de lo anterior.
"Nuestra música tiene fiebre, fantasía, violencia, pasión, rebelión y diversión, la otra música no tiene esas cosas", le dijo Steinman al periodista británico Simon Kinnersley en 1978. "El punk extraña el romance y la fantasía, y como proviene de una sociedad diferente clase, no puede relacionarse, pero estamos tratando de alejarnos de la síntesis del rock and roll homogeneizado".
Max Weinberg, quien tocó la batería en los primeros álbums, describió las canciones como "mini obras de teatro, mini óperas", que en sus palabras, "te hacen sentir como si estuvieras viendo un recital completo cuando las escuchas".
Al final, quizás Meat Loaf, Jim Steinman y aquel conjunto que llegó como un murciélago salido del infieron fueron músicos fuera de su tiempo, aunque sin duda su sonido se extiende a lo largo de varias décadas sin encajar nunca del todo en ninguna.
En cierto modo, la música de este cantante con sobrepeso y su banda sirve de testimonio de su estilo único que no inspiró a muchos imitadores porque realmente no lo entendían, y ahí es donde radica su grandeza, ya que, aunque hay grandes baladas pop en la actualidad, ninguna ha podido reunir el romanticismo y la actitud de esta banda que bien se ha ganado su reconocimiento.
Al día de hoy, la primera entrega de la trilogía Bat Out of Hell se ha convertido en el quinto álbum más vendido de todos los tiempos, según Billboard, además inspirando un galardonado espectáculo en vivo que ha atraído nueva audiencia para la banda.