Sandra Fabara, mejor conocida como Lady Pink, es considerada la primera dama del grafiti, un mundo dominado por hombres.
La carrera de la ecuatoriana criada en Nueva York comenzó en la década de los 70. En aquella época Lady Pink apenas tenía 16 años, por lo que se tenía que escapar de su casa para hacer suyas las paredes del Metro de dicha ciudad y así llevar a cabo sus primeras obras.
En aquellos años, en los que aún su nombre no era conocido, la joven se aventuraba en peligrosos vecindarios en busca de alguna nave industrial donde pudiera plasmar sus creaciones y textos.
Cuando los artistas urbanos de Nueva York se reunían en las calles, Lady Pink destacaba debido a que era la única mujer entre decenas de hombres.
Para ella esto representó una oportunidad ya que como feminista no solo buscaba empoderar a otras mujeres al hacer lo que le gustaba, sino que quería educar a sus compañeros, enseñarles que podían mostrarle respeto y apoyo.
Poco a poco su talento fue reconocido tanto por sus compañeros como por extraños, por lo que pronto empezó a destacar en dicho mundo. Para cuando cumplió 21 años, Lady Pink ya era toda una personalidad del arte urbano en Nueva York y fue invitada a montar a presentar su primera exhibición como artista urbana en una galería de arte.
Desde entonces su trabajo se ha exhibido en importantes colecciones de arte de todo el mundo, incluyendo el Whitney Museum de Nueva York, el MET, Brooklyn Museum y el Groningen Museum de Holanda.
Sin duda alguna Lady Pink ha hecho significativas contribuciones al mundo del arte urbano, pero más allá de eso, transformó la percepción del grafiti como algo que solo podía permanecer en la calle y podía trascender a galerías y museos.
Y como si tener una exitosa carrera en el mundo del arte no fuera suficiente, Lady Pink también dirige, junto a su esposo, una empresa que se dedica a crear murales alrededor del mundo.
A través de su compañía dan vida a monumentales obras de grafiti en Nueva York y en diversos países.
En una época en la que las mujeres que se dedicaban al arte urbano eran pocas, Lady Pink puso el ejemplo de que sí se podía e hizo camino, uno que hasta el día de hoy brilla por luz propia.