Nacido el 16 de abril de 1908 en París, Francia, el nombre de Ray Ventura es ligado a los maestros del Jazz, ya que, junto a Jack Hylton y durante las décadas de 1920 y 1930, ambos hombres se encargaron de popularizar el género y la música de baile estadounidense en sus con sus foxtrots accesibles y salpicados de solos de saxofón, piano, batería y trompeta.
Para cuando llegó 1928 y Ray Ventura alcanzaba los 16 años, el joven comenzaba a tocar el piano en un grupo llamado Collegiate Five, con quien grabó varios álbumes a lo largo de la década de 1930. De ese conjunto que gozó de cada vez más popularidad con el paso de los años, saieron varios solistas estrella como el trompetista Philippe Brun, el trombonista Guy Paquinet, el saxofonista / clarinetista Alix Combelle, el trompetista belga Gus Deloof, Spencer Clark, el brillante bajista Django Reinhardt y Louis Vola.
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, y la Alemania Nazi invadía Francia, Ray Ventura, que corría peligro por su ascendencia judía, disolvió su orquesta y se trasladó a Lyon, donde hizo un llamado a sus colegas para que se reunieran para una gira por el sur de Francia. La nueva banda, ahora reforzada con el trompetista Pierre Allier, el trombonista Eugene d'Hellemes y el saxofonista Andre Ekyan, dio una actuación de despedida en Cahors y luego cruzó la frontera española entrando en Madrid, donde explotó aún más su talento y expandió sus fronteras, llegando a Cadiz y Mallorca.
Tras un paso triunfal por España, se hicieron arreglos para que toda la orquesta abordara un transatlántico con destino a Río de Janeiro, donde desembarcaron el 24 de diciembre de 1941, donde la banda permaneció durante varios meses, luego realizó una gira tierra adentro y hacia Montevideo, Uruguay y Buenos Aires, Argentina, donde incrementaron su éxito haciendo serenatas a los clientes en varios clubes nocturnos y teatros a lo largo de la Avenida Corrientes, incluyendo el prestigioso Cabaret Tabaris entre Suipacha y Esmeralda.
Poster anunciando concierto de Ray Ventura. Fuente: SoundHound.
Fue hasta 1942, después de que Ray Ventura y Ventura's Collegians hiciera numerosas grabaciones para el sello Odeon que el trabajo se secó y el grupo se desmoronó. Tras eso, algunos miembros inmediatamente encontraron empleo con grupos de jazz argentinos, sin embargo, Ventura, que nunca se quedó esperando a que sucedieran las cosas, formó otra banda, combinando músicos y repertorio de Europa y América, y reinició grabaciones para Odeon. Tras la aventura, Ray volvió a Europa, pero esta vez pasando por los Estados Unidos, donde llegó a interpretar, dirigiendo a un conjunto, una mezcla de viejos éxitos, estándares de pop, jazz, y melodías de baile latinoamericanas.
Fue así que el nacido en París expandió aún más sus fronteras, convirtiéndose en productor, compositor y guionista teatral, llevando su nombre a todos los rincones que aún no había oído de Ray Ventura, ya que se había incursionado en la industria del cine, de donde reclama la popularidad que lo distingue con generaciones más recientes. Con ese ofició, protagonizó Feux de Joie, Tourbillon de Paris y Mademoiselle S'Amuse, y luego dirigió La Memoire d'un Heros. Para 1953, su fama como actor empató a aquella de músico y director tras protagonizar Monte Carlo Baby, protagonizada por Audrey Hepburn, en 1953.
El legado de Ray Ventura alcanzaría su climax en 1964 cuando produjo el thriller Stop Train 349 de Rolf Haedrich. En sus últimos años, Ray regresó a Mallorca, España, el lugar que le dió sus primeros triunfos y a la postre lo vería fallecer el 30 de marzo de 1979.
En el marco de lo que habría sido su cumpleaños 113, recordamos al sonido, el legado, y la visión de un hombre dedicado al arte.