Anna Karlin es una artista de origen inglés que trabaja en Nueva York y abandonó el mundo corporativo para dedicarse a la creación y abrir su propio taller de diseño, en donde desarrolla una gran diversidad de artículos decorativos, que contemplan lámparas, muebles, y joyería.
Diseñadora de interiores y directora de arte, Karlin ha colaborado con numerosas marcas, entre ellas Adidas, Lululemon y Fendi. Su línea de productos, que comenzó con cristalería elegante, una luz en forma de aro y algunos taburetes con piezas de ajedrez, ha cautivado al mundo del diseño.
Su primer contacto con los espacios bien definidos y armónicos lo tuvo en la casa de su abuela, construida por su abuelo: “Mientras crecía en Londres, la casa de mi abuela estaba en el campo y recuerdo ser muy consciente de los objetos y el espacio que había en ella, de todas las decisiones que se habían tomado”, explicó para la revista especializada Interior Design.
Con el tiempo y tras su paso por la escuela de arte, Anna Karlin se condujo hacia el diseño de escenarios, y comenzó a hacer dirección de arte, escaparates, desfiles de moda, rodajes y branding; experiencias que la impulsaron a materializar sus propias ideas.
“Miré hacia adentro en lugar de hacia afuera. Así que decidí hacer todo: muebles, iluminación, cristalería, cerámica, todo” – Ana Karlin
Entre sus futuros proyectos está incursionar en la creación del mobiliario de cerámica a gran escala, como taburetes de terracota, y explorar la fabricación de muebles como esculturas domésticas, así como el diseño de joyería, que es para Karlin, “una escultura usable”.