Ideado por el arquitecto Christian de Portzamparc, el centro cultural de Suzhou forma parte de una serie de proyectos emblemáticos iniciados por la ciudad china a través del Plan Maestro de la Orilla del Lago de Wujiang.
Dicho centro, que incluye una ópera de mil 600 asientos, una sala modular de 600 asientos, dos museos, un centro de exposiciones, un centro de convenciones cafés, restaurantes, cines y centros comerciales, tiene una superficie total de 202 mil metros cuadrados, distribuidos de sur a norte a lo largo del eje urbano.
La planeación del programa incluía dos partes: las salas de música y espectáculos en un lado del eje, y los museos y lugares pedagógicos en el otro lado; sin embargo, Portzamparc eligió conectar las dos alas en el techo para crear al centro una gran apertura al cielo en forma de arco visible desde lejos en el eje peatonal.
Se trata de una cinta larga que se enrolla y pasa de un ala a la otra en la cubierta y luego sobre el muro de la fachada, y forma una figura parecida al del número ocho que cruza el eje peatonal a una altura de 40 metros para enmarcar la apertura visual al lago.
Asimismo, los dos bucles de la cinta cubren la explanada donde el eje peatonal se encuentra con el lago. A través del ala norte se entra a la galería del vestíbulo para acceder al teatro-ópera y a la ópera china, así como al conservatorio de música y al cine 360°.
En tanto, en el sur de la explanada, el ala se divide en dos edificios del museo: un museo de historia y un museo de la ciudad con espacios educativos, y finalmente, un centro ceremonial y de conferencias.
El centro cultural crea un nuevo paisaje que conecta agua, cielo y ciudad en un juego de reflejos iridiscentes que da la cinta metálica, fabricada en acero y aluminio, que se extiende a lo largo de 500 metros de luz.
Desde el eje urbano, el ballet de la cinta se percibe en curvas y contracurvas. Cuyas líneas se elevan, cobija, enmarcan el cielo y recuerdan las cintas utilizadas en el teatro tradicional Suzhou.