El actor escocés Sean Connery dio vida fílmica a “James Bond”, el espía inglés protector de la corona británica, elegante en todo momento, especialista en defensa personal y manejo de armas, escurridizo, intuitivo para detectar peligros y encontrar pistas, fuerte y vigoroso, pero desafortunado en el amor.
Sean Connery nació en Edimburgo en 1930, en un hogar humilde formado por un conductor de camión y una trabajadora doméstica.
Se desempeñó como como repartidor de leche hasta que se alistó en la Marina Real inglesa en 1946. A su regreso trabajó como conductor de camión, salvavidas, mozo, modelo artístico y carpintero de ataúdes.
Desde los 18 años practicó culturismo y compitió en Mister Universo donde ganó un tercer lugar en 1953. En ese periodo, un compañero de las competencias le sugirió presentarse en una compañía de teatro.
Mientras estaba de gira en la compañía teatral, hizo una prueba para jugar futbol en el East Fife FC en la cual los cazadores de talento quedaron impresionados por su destreza y fuerza y le ofrecieron un contrato. A los 23 años, Connery consideró que su vida de futbolista sería corta, por ello siguió la carrera actoral que llegaría hasta Hollywood.
Cuando Connery fue seleccionado para interpretar a James Bond, el escritor de la historia, Ian Fleming, no estuvo de acuerdo porque había concebido a un personaje británico culto y educado, pero sobre todo londinense. Fleming cambió de idea cuando lo vio actuar en “Agente 007 contra el Doctor No” y repensó al espía con ascendencia escocesa. En adelante, el actor interpretaría a Bond en siete películas.
Una vez terminado el ciclo del agente, Connery fue capaz de trascender al personaje e interpretar otros papeles como en “Robin y Marian” (1976), “El nombre de la rosa” (1987) con el cual obtuvo el premio BAFTA, en “Los Intocables de Eliot Ness” (1987), film con el cual ganó un Óscar a mejor actor de reparto; e “Indiana Jones y la última cruzada” (1989), entre muchos otros films.
En 1999, la revista People lo nombró “el hombre más sexy del siglo”.
Sean Connery falleció hoy, 31 de octubre de 2020, a los 90 años en su casa de Bahamas dejando un legado de elegancia y versatilidad.