Anicka Yi literalmente transformó el Turbine Hall del Tate Modern de Londres en un asombroso acuario robótico para presentar su última gran exposición: In Love With the World.
En esta muestra Yi presenta un pequeño, pero espectacular ejército de máquinas llamadas aerobios: nueve criaturas flotantes con forma de medusa y tres en forma de colmena, inspiradas en hongos y formas de vida acuática.
Llama la atención (y mucho) cómo estas máquinas se mueven libremente y elegantemente por el aire, así que los espectadores básicamente de transforman en cohabitantes en un reino mecánico.
De vez en cuando, estos aerobios regresan a una estructura gris que se encuentra en una de las esquinas de la sala para recargarse antes de volar nuevamente.
Algo que hay que señalar, pues es de lo más impresionante, es que las trayectorias de estas máquinas se rigen por complejos algoritmos en el que el calor corporal de los visitantes es lo que los atrae y también limita ya que estas máquinas jamás se acercarán más de un par de metros a los visitantes.
Además de las increíbles máquinas, Anicka Yi también creó una serie de paisajes aromáticos que evocan la historia olfativa del área de Bankside de Londres, desde la era jurásica tardía hasta la era de las máquinas.
Entre los aromas que los espectadores encontrarán se encuentran el carbón y el ozono del periodo industrial y las especias utilizadas para combatir la peste bubónica durante la Peste Negra del siglo XIV.
Anicka Yi, que nació en Seúl y ahora vive en Nueva York, es mejor conocida por sus obras de arte basadas en aromas, pero en esta muestra, que estará abierta al público hasta el 16 de enero de 2022, también decidió explorar la tecnología.