Cuando caminas por las calles de la modernísima Osaka, en Japón, en esta época del año, es imposible no toparse con tres ambientes: los cerezos floreciendo y rebosando de color las márgenes del Río Yodo; el okonomiyaki, una invención de la gastronomía de esa ciudad a la cual se le ha conocido como “la pizza japonesa”, y estampas pegadas en elementos urbanos, caligrafía, anuncios publicitarios y galerías con muestras de ukiyo-e: el estilo artístico que retrataba las costumbres de las clases populares en los siglos XVII y XVIII.
Y todo eso, combinado, vive en la obra de un contemporáneo ilustrador y calígrafo japonés, precisamente nacido en Osaka, Shisamu Iwase, cuyo trabajo es tan delicioso como una versión oriental de la pizza de su ciudad natal: sencillo (que no simple) y rico.
Este artista gráfico de Iwase, en sus propias palabras, incorpora al estilo ukiyo-e elementos de caligrafía clásica, manga y arte contemporáneo. Es como encontrar elementos disímbolos –como la piña y la salsa pomodoro en una pizza– que juntos producen una explosión de emociones sublimes. El trabajo de Shisamu es una perfecta reversión del estilo clásico de la crónica gráfica japonesa clásica.
El arte ukiyo-e no es otra cosa que un testimonio de los grabadores japoneses entre el periodo de 1615 a 1912 (que abarca los periodos Edo y Meiji del Japón antiguo), mediante el cual retrataban las actividades de ocio de las clases media y popular: caminatas por un puente, días de campo, comilonas, escenas de kabuki o geishas y makos caminando por el antiguo Kioto. Es una de las expresiones más antiguas y recuperadas de la gráfica artística japonesa.
Esa herencia centenaria corre por las venas, los dedos y la imaginación de Shisamu, quien logra en marquesinas de tiendas, anuncios publicitarios y dibujos para campañas de moda, reversionar el enigmático mundo de uno de los países budistas por excelencia.
“Mi concepto pictórico es ‘traer el viento de las épocas al presente’. Considero los estilos de pintura tradicionales como una forma de expresión y busco nuevas posibilidades para armonizarlos con el arte contemporáneo”, dice de sí, en su página web.
Carteles para la Cumbre de J-Pop en 2017 o los Global Gaming Awards de Londres en 2018, y colaboraciones con marcas como Adidas, a quien les creó un kanji para estampar en los tenis clásicos de las tres franjas, son parte de la muestra de sus obras antiguo-modernizadas.
Shisamu Iwase es como ese paseo que puedes dar en su natal Osaka en un ferry en enero: fresco, sin llegar a ser gélido; colorido, sin ser saturado; casual, sin llegar a ser informal, e irreverente, sin dejar de honrar la tradición.