La mejor manera de describir los collage de la artista Johanna Goodman es, literalmente, explicar los detalles de cada obra.
Sus creaciones son muy raras debido a que la mayoría de ellas tienen rostro, brazos y pies humanos, pero es el espacio entre estas características donde las cosas se vuelven bastante surrealistas.
Los cuerpos y entornos de los protagonistas de cada collage son un desajuste de diferentes imágenes, desde fotografías y edificios históricos, hasta pieles de animales y plantas.
Antes de comenzar a crear estas extraordinarias imágenes, Johanna había pintando y dibujando durante varios años pero todo se volvió aburrido y bastante monótono por lo que sencillamente se aburrió de dicha técnica.
Lo anterior ocurrió debido a que durante mucho tiempo estuvo haciendo encargos, por lo que siempre estaba tratando de satisfacer a los clientes y no dando riendo suelta a su imaginación y a todo aquello que le interesaba.
Estos collages le dieron a Johanna Goodman la libertad que tanta falta le hacían a sus pinturas, pero de alguna forma, bastante difícil de explicar, mantienen algunos vínculos con el retrato a través de los rostros y los cuerpos.
Sobre el actual proceso creativo que lleva a cabo, la artista disfruta enormemente que suele no contar con ningún objetivo al comenzar a elaborar una pieza.
De acuerdo con la propia Goodman, los materiales son los que la llevan a experimentar en función de lo que encuentra en su camino y cómo es que estos responden ante ciertas necesidades.
Con los collage, Johanna Goodman asegura usar una parte totalmente diferente de su cerebro, lo que realmente disfruta.
La sensación de libertad que ahora goza esta artista es aún más profunda gracias a que crea la mayoría de sus seres digitalmente.
Lo anterior significa que no tiene que pasar por la monótona tarea de pegar cada pieza de material con pegamento, lo que le da acceso a todo un nuevo e inmenso universo de imágenes de archivo.
Gracias a esto fue que Johanna Goodman encontró su estilo, uno que se distingue por usar imágenes antiguas de una manera moderna y única, pero también bastante surrealista.