Ken Kelleher es, por varias razones, uno de los artistas más incomprendidos de nuestro tiempo.
Resulta sumamente curioso que la mayoría de las personas que aseguran ser fanáticos de su trabajo ni siquiera parecen saber exactamente qué es lo que hace.
Se formó como escultor en la Universidad Alfred de Nueva York y más adelante desarrolló habilidades técnicas trabajando en una fundición en el norte del estado donde se encargó de crear piezas de bronce fundido para artistas como Anthony Caro y William Tucker.
Pero su verdadero talento está en el ámbito del diseño digital donde brilla con una impresionante fuerza, como nadie más lo puede hacer.
Una gran parte de su producción actual consiste en representaciones digitales de divertidos personajes y esculturas abstractas imaginarias a gran escala, que luego coloca en fotografías de espacios públicos del mundo real.
La gran mayoría de sus obras digitales, incluyendo los tan populares NFT, son tan inquietantemente realistas que es fácil creer que todos los personajes y las esculturas que presenta realmente existen.
Hasta hace dos años atrás, Kelleher se había negado a incursionar en el metaverso pero cuando descubrió las posibilidades de lo que podía hacer en dicho espacio fue entonces cuando rápidamente cambió su Mac por una PC dual 3090 y comenzó a trabajar en animaciones y NFTs.
Este artista, como muchos otros, disfruta de los NFT debido a que sus posibilidades para crear cosas se ha multiplicado exponencialmente, además de que representan un flujo de ingresos adicionales.
De acuerdo con Kelleher, todavía hay mucha expectativa en torno a la primera ola de artistas de NFT, por lo que ahora, más que nunca, resulta importante que los promotores y las plataformas trabajen más para desarrollar y lanzar nuevos talentos y es precisamente por eso que decidió sumarse a este movimiento.
Por lo tanto, Ken Kelleher seguirá creando para que todos experimentemos los objetos fantásticos de su imaginación, así como la fantasía posthumana de donde provienen.