Daniel Chonillo es un diseñador gráfico y director de arte de Guayaquil, Ecuador que disfruta de recontar historias salidas de momentos efímeros.
Como artista, Chonillo siempre ha estado interesado en grabar y volver a contar historias que podrían quedarse en el subconsciente o en eventos pasajeros, de ahí que la animación sea su mejor manera de recrearlas.
Daniel piensa en sus animaciones cortas como un archivo de eventos pequeños y mundanos, incluso en ocasiones absurdos, vengan de donde vengan.
La inspiración: un sueño, una película, una canción, una frase escrita en una pared, de cualquier lugar y momento encuentra significado a los que parecen momentos sin sentido de la vida.
Su práctica se basa en el empleo de caricaturas históricas para recombinarlas con nuevas narrativas: situaciones sugerentes, fabulosas y que se prestan a la especulación ante el acontecer político y social de su país.
Los colores juegan un papel protagónico en las ilustraciones de Daniel, dominan los tonos vibrantes combinados con los pastel, estos contrastes ubican a los personajes dentro de situaciones que revelan deseos sin cumplir, nostalgia, recuerdos de la infancia, referencias literarias, entre muchos otros temas.
La tristeza también se apodera de algunas obras del artista, en estas dominan los tonos grises y negros y muchas hablan de la lucha interna del ser humano ante las adversidades, las injusticias y de aquellas cosas que no puede controlar porque dependen de terceras personas, del poder divino o del azar.
Chonillo ha sido reconocido con premios internacionales como El Ojo De Iberoamérica, Bienal de Ilustración, Lux Awards.
Sus obras han sido expuestas en numerosas muestras nacionales, así como en Costa Rica, Perú y Puerto Rico.
Para Daniel Chonillo no hay imposibles, hasta el sueño más disparado o el deseo más reprimido cobra vida en la obra de este artista visual.