Árboles de la vida: De intento de evangelización a obras de arte
Con la llegada de los españoles a México, notaron que el barro era utilizado en objetos cotidianos, desde platos hasta utensilios.
También servía para realizar figurillas de sus dioses e ídolos, situación con la que los invasores no estuvieron de acuerdo.
En ese momento vieron la oportunidad de convertir dicho material en un aliado.
Fue así como comenzó la fabricación de los árboles de la vida para evangelizar a la población.
En la parte superior siempre se encontraba a Dios y debajo siete ramas que representaban los siete días en los que creó todo lo que habita en la tierra.
La historia de la creación, así como pasajes bíblicos se insertaron en las figuras que cada vez fueron más y más elaboradas.
Y con el paso del tiempo…
La elaboración de estas artesanías inició en el periodo colonial temprano y a mediados del siglo XX cobró relevancia.
Puebla y Oaxaca los trabajaban y aún no está claro en dónde es que surgió, pero fue en Metepec, Estado de México, que se popularizaron y en donde se ha preservado increíblemente.
Hasta convertirse en autenticas esculturas de barro que no solo muestran el jardín del Edén.
Aunque en muchos ejemplares conservan a Adán y Eva, el arca de Noé o algunos otros elementos religiosos.
Pero se han incorporado distintos elementos como el sol y la luna, animales, flores, frutos, mariposas, aves, en fin, cualquier cosa que se le ocurra al artesano y creativo de los árboles.
Las intrincadas piezas de decoración son valiosas debido a su complejidad y detalle, incluso algunas se encuentran en colecciones privadas o de museos por su belleza.
Esta actividad es una de las principales para la economía de Metepec. Sin embargo, no es el único sitio en el que se realizan, actualmente también participan Oaxaca, Jalisco o Guanajuato.
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