Exquisite Corpse es una colección de muebles realizada por los diseñadores Adam y Arthur hecha de marquetería de paja en colores vibrantes teñidos a medida.
El diseñador industrial australiano Adam Goodrum y el artesano francés de marquetería Arthur Seigneur lanzaron esta colección que consta de un tallbaoy, una consola y un aparador.
La colección lleva el nombre del juego de salón francés Cadavre Exquis, inventado por miembros del movimiento de arte surrealista de vanguardia en 1925.
Los diseñadores explican que la temática del juego que consiste que entre jugadores vayan dibujando, uno por uno, una parte del personaje u objeto a adivinar, hasta que el acertijo queda resuelto, fue el método a seguir para su colección.
Su proceso de elaboración captura la maravillosa tensión en la toma de decisiones de ida y vuelta, con formas, patrones y colores limitados únicamente por el mandato de celebrar los deslumbrantes efectos visuales de la marquetería de paja.
De la mano de ebanistas artesanos, Adam y Arthur diseñaron estos muebles que posteriormente fueron cubiertos con marquetería de paja, el arte del siglo XVII de crear patrones decorativos hechos a mano a partir de tiras delgadas y aplanadas de paja de centeno, por Seigneur.
En Exquisite Corpse, Adam y Arthur buscaban impulsar las propiedades reflejantes de la paja que se amplifican con diferentes direcciones de superficie.
Los artistas también buscaban desafiar la aplicación tradicional de marquetería de paja que normalmente solo se reserva para la superficie plana frontal.
Las superficies disponibles se decoraron con la paja, que se colocó con una dirección de grano contrastan para crear una ilusión adicional de tridimensionalidad.
El tallboy de Taller utiliza más de 14 mil hilos individuales, la credenza Longbow 10 mil y la consola Archant 7 mil.
Las piezas de esta colección tardaron un año y medio en fabricarse, se exhibieron en la Galería Tolarno y se vendieron a coleccionistas privados.
Adam y Arthur buscaban explotar el poder del color en su trabajo, de ahí que eligieran tonos vibrantes teñidos a media para la marquetería.
La paja, que se importa de Borgoña, Francia, fue teñida a mano por Seigneur.
Para los creativos era fundamental preservar las habilidades tradicionales como la marquetería en un mundo tan postindustrializado.