Actualmente el drag está muy presente en la cultura popular, pero su historia, por decir lo menos, no es nada nueva.
El drag se define como la personificación de un género distinto al propio, sin embargo, va mucho más allá.
El origen de la palabra drag resulta que se remonta a la época isabelina, pues así se denominaba a los hombres que actuaban como mujeres.
Cabe señalar que en Inglaterra, durante dicha época, las mujeres no podían participar en el teatro, por lo que todos los papeles femeninos también eran personificados por hombres.
Untitled #353, 2000. Cindy Sherman. Fuente: Artsy
Antes de esto estuvieron los griegos, pues también los hombres se disfrazaban e interpretaban a mujeres, pero desde que se acuñó el termino drag este ha podido ser identificado como una gran influencia entre los principales personajes del mundo del arte.
A lo largo del tiempo, los artistas han creado obras en las que no pueden ser considerados como drag, pero definitivamente desafían y deconstruyen los arquetipos sociales y sexuales.
Un ejemplo de esto es el alter ego femenino de Marcel Duchamp, Rrose Sélavy, que apareció por primera vez en 1920.
El nombre de este personaje provenía de un juego de palabras con Eros, c'est la vie, que significa eros, es la vida y que apareció en varios retratos tomados por el reconocido fotógrafo Man Ray.
Sélavy fue una expresión del amor de Duchamp por la subversión y el enigma. De manera similar, el artista Claude Cahun fue el alter ego masculino de la surrealista Lucie Schwob, quien se autorretrató vestida con prendas masculinas.
Cahun fue una precursora de artistas feministas contemporáneas como Lynn Hershman Leeson, Ana Mendieta, Cindy Sherman y Gillian Wearing, entre muchas otras, que jugaron con elementos drag para criticar las expectativas puestas en su género.
Rrose Sélavy (Marcel Duchamp), 1923. Man Ray. Fuente: Artsy
En tanto, grandes artistas como Andy Warhol decidieron documentar, muy a su estilo, la práctica del drag por lo que filmó a Candy Darling y Mario Montez.
El videoartista Charles Atlas filmó a la famosa estrella de la vida nocturna londinense Leigh Bowery; la fotógrafa Nan Goldin capturó drag queens en su ciudad natal de Boston cuando era adolescente y a las comunidades drag de Nueva York en la década de 1980 y principios de 1990. Posteriormente, Mario Montez colaboró con el fotógrafo Conrad Ventur.
En la actualidad, en toda Europa hay un gran interés por el drag que ha hecho que una gran cantidad de artistas jóvenes lo incorporen a su trabajo escénico.
En el Reino Unido, por ejemplo, Victoria Sin usa su personaje drag para criticar la expectativa del trabajo femenino, y Samuel Douek, otro artista drag, ha presentado su trabajo tanto en cabarets como en galerías, como parte de su trabajo en torno a los espacios queer.
Actualmente sacar al drag de sus contextos tradicionales y llevarlo al mundo del arte ayuda a que siga evolucionando, además de que resulta el medio de expresión y creatividad más relevante debido al opresivo clima político que vivimos por muy diversas circunstancias.
Jimmy Pauletter After the Parade, 1991. Nan Goldin. Fuente: Artsy