Lejos quedaron aquellas opiniones de que el grafiti dañaba la imagen de la ciudad y, afortunadamente, en algunos sitios es tratado como el arte que es.
Uno de esos sitios es el Truly Design Studio, que desde 2007 dirige y apoya a creadores de arte urbano que trabajan en la escena desde 1996.
En el 2018, el estudio recibió el León de Oro de Cannes por su obra “David Bowie es here”, ubicada en el Metro de Nueva York y usada por la plataforma de streaming de música Spotify.
El estudio trabaja con arte en 3d, creando murales o pinturas dentro de oficinas y lugares de trabajo, así como creando el branding de diversas marcas a nivel mundial con su estilo relajado y urbano.
Los tres encargados de Truly Design Studio son Mauro149, Rems182 y Ninja1, artistas urbanos que tienen décadas en la escena del grafiti.
Mauro 149, nació en Italia, pero asegura que el grafiti lo ha hecho viajar por todo el mundo.
Es el fundador de Truly Design Studio y revela que el dibujo siempre ha sido su herramienta para procesar y describir su universo interior.
Su encuentro con el grafiti avivó su amor por la ilustración y se convirtió en su pasión y su misión de vida.
Inició con los famosos “tags” y “bombs”, donde su apodo era escrito en todos los sitios posibles con letras enormes.
Sin embargo, ahora su arte es diverso y va desde dibujos de monstruos hasta rostros detallados y murales de varios metros de tamaño.
La naturaleza es también su fuente de inspiración, de ahí que los pájaros y rostros humanos sean una constante en su obra.
Rems182 nació en Turín, Italia en 1982 y desde los 17 años, se interesó por el grafiti.
Por ello, decidió estudiar arte, donde desarrolló un lenguaje pictórico personal, que se relaciona con la violencia, el erotismo y la muerte, representado en retratos de técnica mixta a gran escala.
Durante sus estudios académicos, Rems cofunda el colectivo Truly Design Studio formado por tres amigos que comparten desde la adolescencia su pasión por el grafiti y el arte urbano.
Los horizontes del grupo se amplían rápidamente desde la producción artística exclusiva hasta la ilustración, el diseño gráfico, el diseño de logotipos, la didáctica y otras aplicaciones creativas.
“Considero mi acto creativo como una forma necesaria y profunda de autoanálisis, del que no puedo prescindir”, asegura.
Y finalmente, Ninja1 conoció a sus compañeros en la adolescencia y el amor por el grafiti les unió para poder dar a luz a su propio estudio.
Es el mánager de proyectos, por lo que él se encarga de buscar los mejores “spots” para que puedan plasmar su arte.
Los trazos urbanos nacieron como un grito de atención de artistas que solicitaban ser tomados en serio aunque su procedencia fuera la calle misma.