Al fotógrafo estadounidense Cash Danielsen le gusta provocar con las imágenes que captura.
A través de los retratos que toma, este artista brinda una surrealista perspectiva de las cosas debido a que se enfoca en presenta una paleta de colores eléctricos bastante irreales, lo que de inmediato provoca una sobrecarga sensorial en el espectador.
Sus composiciones producen un efecto lo suficientemente llamativo como para que uno se sienta inmediatamente abrumado por la imagen.
Cash Danielsen se graduó en 2016 de la Academy of Art University de San Francisco para después especializarse como fotógrafo.
Debido al gran talento con el que cuenta, a este artista no le costó mucho trabajo sumarse a exposiciones grupales y después llevar a cabo muestras individuales en diversas galerías de arte.
El trabajo artístico de Danielsen es una fusión entre la fotografía analógica y la digital, lo que da como resultado un producto final sumamente experimental.
La originalidad de su fotografía radica en la yuxtaposición de colores eléctricos y la gran emotividad, que en la mayoría de las veces resulta ser bastante melancólica, que emanan sus protagonistas.
Su fotografía se apoya mucho en la producción de las imágenes a través de la utilización de accesorios como tacones, medias de red, pelucas, complementos, prótesis, maquillaje y pintura corporal sobre fondos amarillos, rojos vivos, azul turquesa, índigo o rosa caramelo.
Resulta sumamente interesante como Cash Danielsen lleva la estética de sus fotografías hasta el punto en que estas alcanzan una nueva dimensión.
Sus personajes suelen mimetizarse o, por el contrario, emergen del decorado, lo que resulta bastante divertido e inesperado.
Queers y drag queens que colaboran con Cash Danielsen parecen que participan en una producción teatral debido a que en sus fotografías los suele presentar como si estuvieran en un tableau vivant o cuadro viviente.
Las fotografías de Cash Danielsen solo desean mostrar belleza, por extravagante que sea, en esta época donde la incertidumbre, la confusión y el sufrimiento parecen no dar tregua.