Incómodas. No hay otra manera de describir las fotografías que captura Mustafa Sabbagh. No importa cuán exquisito sea el cuerpo en la imagen, no es la belleza lo que llama la atención.
Es un oxímoron visual: poses clásicas colocadas codo con codo con símbolos fetichistas, además de músculos perfectamente esculpidos envueltos por extraños trajes o pintura.
Para el artista nacido en Amman, Jordania, en una región inmersa en una tradición de no objetivación del cuerpo humano en el arte y la ornamentación, el ojo de Sabbagh parece estar permanentemente atraído hacia la forma humana.
“El cuerpo no es un objeto sino un mensaje; hacer de cada cuerpo una historia, a veces incluso erótica, nos da la oportunidad de convertirnos en una obra maestra”, declaró Sabbagh a H Magazine.
Contemporary Cluster #02, de Mustafa Sabbagh. Foto: The PhotoPhore
“El cuerpo es un acto democrático, portador de historias personales. Negar su imperfección es como borrar su pasado”.
La preocupación de Mustafa Sabbagh por el cuerpo humano ha llevado a que sus imágenes sean consideradas entre los 70 retratos fotográficos más bellos de todos los tiempos, tal como queda inmortalizado en la publicación Faces, comisariada por el reconocido historiador de la fotografía Peter Weiermair.
Sus fotografías forman parte de varias monografías agotadas, como About Skin, adquirida por la colección permanente de libros de la Tate Gallery de Londres y un lugar en el Musee de L'Elysee, un verdadero templo de la fotografía.
El trabajo de Sabbagh se exhibe en varias colecciones públicas y privadas permanentes en Italia y en todo el mundo, incluyendo la histórica Colección de Arte Farnesina y la Fundación Orestiadi.
Resulta interesante que Sabbagh se haya consolidado como un extraordinario fotógrafo de moda, pues ahora esto ya no le interesa sino que cambió totalmente la perspectiva de su trabajo.
De acuerdo con el artista, un cuerpo desnudo siempre cuenta su historia debido a que es sumamente vulnerable mientras que un cuerpo con ropa puede mentir y a él lo que le interesa es mostrar la verdad.
El denso simbolismo de las piezas de Mustafa Sabbagh a veces hace que intentar apreciar su trabajo se sienta abrumador, pero al final uno puede percibir sin mayor problema la belleza y honestidad de su trabajo.