A principios del siglo XX, el ocultista Arthur Edward Waite encargó a la artista Pamela Colman Smith que diseñara una baraja de tarot pero jamás se imaginó que dicho mazo se convertiría en uno de los famosos del mundo.
La baraja Rider-Waite, como se le conoce actualmente, fue publicada en diciembre de 1909 y en tiempo récord alcanzó una gran popularidad.
A pesar de lo queridas y populares que se convirtieron las imágenes de dicho tarot, la artista detrás de ellas, Pamela Colman Smith, ha recibido poco reconocimiento por lo que vale la pena hablar sobre ella y su labor.
Algo importante a subrayar de esta artista es que estaba bastante adelantada a su tiempo y que hizo mucho más que ilustrar este tarot pues también escribía.
Pamela Colman Smith nació en Londres en 1878. Su padre fue un importante mercante y su madre pintora.
Tras vivir varios años en Kingston, Jamaica, Colman decidió mudarse a la ciudad de Nueva York para desempeñarse como ilustradora.
Fue allí donde empezó a desarrollar su tan famoso estilo, el cual fusionaba el simbolismo (personajes mitológicos y mágicos) y el romanticismo.
Poco a poco, gracias a su impecable trabajo, Pamela se fue abriendo paso en el mundo del diseño de carteles colaborando tanto con la causa sufragista como con el gobierno británico durante la Primera Guerra Mundial.
Gracias a que ilustró uno de los libros del poeta William Butler Yeats fue que se pudo hacer gran amiga del mismo y este la introdujo en la Hermetic Order of the Golden Dawn, una agrupación secreta con miembros británicos y estadounidenses pertenecientes a la alta sociedad.
Este grupo practicaba rituales inspirados en la masonería y abordaba diversos temas relacionados al misticismo y al esoterismo.
Y precisamente ahí fue donde Pamela Colman Smith conoció a Arthur Edward Waite, quien le encargó crear una baraja de tarot para los tiempos modernos.
Así, Waite, un investigador de lo místico que creía en el poder del tarot, puso la teoría y Pamela creo las ilustraciones.
La gran aportación que Pamela Colman Smith hizo fue que logró escenificar cada carta, lo que hasta dicho momento no se había hecho, así que brindó una nueva perspectiva y herramienta a quienes creen en el poder del tarot.