Durante más de 20 años, el artista suizo Ugo Rondinone ha desarrollado una singular y poética obra en una gran variedad de técnicas, las cuales van desde pintura, escultura, fotografía y sus tan famosas e imponentes instalaciones.
Sus obras suelen basarse en temas y motivos de nuestro entorno cotidiano (como focos, piedra, máscaras y árboles), objetos que adquieren una poética dimensión al ser aislados, expandirse o sencillamente recibir un tratamiento material muy específico.
En cuanto a su forma, las instalaciones de Rondinone contienen diversas referencias a la historia del arte y la cultura popular.
Su obra varía desde paisajes dibujados en tinta china, que recuerdan al romanticismo, hasta esculturas de luz de colores del arcoíris que remiten a la psicodelia de los sesenta o ahora, como su creación más reciente, una mujer desnuda en un espacio abierto que disfruta de la luz del verano.

Las exposiciones de la obra de Ugo Rondinone siempre presentan una visión integral que el propio artista describe como un paisaje de ensueño que lleva al espectador a una realidad diferente.
Algo que resulta sorprendente de su trabajo es que el artista se asegura de eliminar cuidadosamente en todas sus creaciones todas las referencias al tiempo y al espacio que puedan llevar al espectador a otro lugar.

Como resultado, sus exhibiciones, que son una verdadera delicia, se transforman arquitectónicamente en estructuras monumentales o en universos completos en los que nada más importa.
El trabajo de Ugo Rondinone emana tranquilidad y, de una u otra forma, transporta a los espectadores justo a los lugares que desea a través de su poético trabajo.