En un giro fascinante en el mundo del arte, la pintura del siglo XVIII "La Muerte del Cardenal Beaufort”, de Sir Joshua Reynolds, ha vuelto a la luz, revelando un demonio oculto que desató controversia en su época.
La obra, inicialmente criticada por su representación de una figura siniestra con colmillos, ha sido sometida a un proceso de restauración que ha permitido descubrir la figura demoníaca oculta bajo capas de pintura y barniz.
La pintura, que retrata una escena de la obra "Enrique VI, Parte 2" de Shakespeare, fue presentada por primera vez en 1789 en la Shakespeare Gallery de Londres. La representación literal del demonio por parte de Reynolds generó discordia entre los espectadores de la época, quienes cuestionaron la inclusión de esta figura sobrenatural que no formaba parte de la obra original de Shakespeare.
El demonio, descrito como una figura siniestra y de aspecto malévolo, desafió las expectativas artísticas de la época, donde la representación de lo sobrenatural se consideraba inapropiada en la pintura. Algunos críticos de la época sugirieron que la figura "no hacía ningún crédito al juicio del pintor", mientras que otros argumentaron que su presencia "destruía el terror que es el alma de la escena".
Acercamiento al demonio que dio vida Sir Joshua Reynolds. Foto: NYT
La figura demoníaca fue eventualmente ocultada bajo capas de pintura y barniz en esfuerzos de restauración tempranos, creando un misterio en torno a la pintura que persistió hasta este año. La restauradora Sophie Reddington, trabajando en colaboración con el National Trust, una organización benéfica de conservación inglesa, dedicó seis meses a desentrañar los secretos ocultos de la pintura, revelando así el demonio que había permanecido invisible durante décadas.
La pintura, encargada por la Shakespeare Gallery en 1789, es una representación de una escena de la serie de obras históricas de Shakespeare ambientadas durante la vida del Rey Enrique VI. La controvertida figura demoníaca, que desafió las convenciones artísticas de su tiempo, ha generado más controversia que cualquier otra obra en la exhibición del National Trust.
Expertos en arte, incluyendo John Chu, conservador principal del National Trust, han destacado la dificultad de restaurar las obras de Reynolds debido a sus técnicas experimentales y materiales poco convencionales. La restauración, realizada con motivo del 300 aniversario del nacimiento de Reynolds, ha permitido a los espectadores contemporáneos apreciar la obra en su esplendor original.
La obra fue colocada en un lugar especial tras su restauración. Foto: NYT
La pintura, que mide aproximadamente 1.5 metros por 2 metros de largo, retrata una escena de la vida de Enrique VI y la muerte del Cardenal Beaufort en el Acto 3, Escena 3 de la obra. Después de pasar por varias manos a lo largo de los años, la pintura fue donada al National Trust, que la ha vuelto a exhibir después de la restauración, permitiendo a los amantes del arte contemplar la obra maestra de Reynolds en toda su gloria restaurada.
En resumen, el redescubrimiento del demonio oculto en la pintura de Sir Joshua Reynolds ha agregado una nueva dimensión a la obra, desafiando las normas artísticas de su tiempo y brindando a los espectadores modernos una visión única de la creatividad y la controversia que rodearon a uno de los pintores más destacados del siglo XVIII.