Esta noche la cordillera MacDonnell, situada en el corazón del llamado Desierto Rojo australiano, se iluminará con diseños artísticos y sonidos inspirados en las tradiciones de los aborígenes que habitan esa remota región.
Lo anterior forma parte de Parrtjima, un famoso festival de luces que cada año, durante un lapso de 10 días, utiliza el imponente escenario natural, de unos 2.5 kilómetros de sistema montañoso de 300 millones de años de antigüedad, como fondo.
Hay que subrayar que este festival es el primero en el que se utilizan las nuevas tecnologías para exponer una cultura ancestral en su espacio natural.
Parrtjima, que deriva del vocablo aborigen Parrt (no entendimiento) y significa iluminación, tanto en el sentido físico como espiritual, también cuenta con una serie de instalaciones que fueron desplegadas en el Parque del Desierto de Alice Springs.
El tema del festival de este año es "Escuchar con el corazón", por lo que las obras exploran la unión, el encuentro y el tiempo para reflexionar.
El evento, único en su tipo, no solo exhibe las instalaciones de luz a gran escala, sino que cuenta con un amplio programa que incluye artistas, talleres de danza, películas y documentales.
La importancia de este festival no solo radica en dar a conocer las tradiciones aborígenes sino en recaudar los fondos suficientes para poder llevar a cabo las acciones que el territorio requiere para que esté en óptimas condiciones.
De acuerdo con las autoridades australianas, el año pasado, los turistas que visitaron Parrtjima fueron responsables de haber generado una derrama económica de 14.7 millones de dólares para el lugar.
La verdadera esencia de Parrtjima, que en esta ocasión estará abierto hasta el 16 de abril, siempre ha sido compartir conocimientos y contar historias ancestrales australianas, por lo que este año puede resultar el ideal para ahondar más en las mismas y de paso aprovechar para admirar la belleza de las obras de arte en un lugar tan especial.