La pintora alemana Silke Otto-Knapp, quien se hizo famosa por sus inigualables acuarelas apagadas que a menudo representaban paisajes y bailarines, murió a los 52 años tras haber padecido por largo tiempo cáncer de ovarios.
Sus pinturas aludían con frecuencia las similitudes entre la creación de artes visuales y la danza.
El material predilecto de Otto-Knapp fue, sin duda alguna, la acuarela, que utilizó de formas muy diferentes a las tradicionales para dar vida a impactantes obras de arte.
Desde el principio de su carrera, evitó pintar con acuarela sobre papel ya que descubrió que hacerlo era demasiado ilustrativo. En cambio, pintó sobre lienzo, un medio más comúnmente identificado con la pintura al óleo.
Group (Formation), 2020. Silke Otto-Knapp. Fuente: Ocula
Otto-Knapp nació en 1970 en Osnabrück, Alemania, y a lo largo de su vida vivió en diversas partes del mundo como Londres, Viena y Los Ángeles.
Sus revolucionarias obras de principios de la década del 2000 son acuarelas basadas en fotografías confeccionadas.
Muchas de las imágenes que esta artista plasmó en sus pinturas fueron encontradas en diversas publicaciones, pero muchas otras provienen de fotografías tomadas por ella misma. En dichas obras, los paisajes fueron pintados un tanto borrosos, de modo que se disuelven en la abstracción.
What are the directions on a map?, 2020. Silke Otto-Knapp. Fuente: Ocula
Para sus icónicas pinturas de bailarinas, Silke Otto-Knapp siguió basándose en imágenes fotográficas como inspiración, pero conforme pasaron los años decidió recurrir a su imaginación como fuente de inspiración.
Las figuras de estos artistas pueden ser reconocidos sin problema alguno, pero a veces parecen seres espectrales.
Las obras de Otto-Knapp pueden ser apreciados en recintos como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, la Tate Modern de Londres y el Instituto de Arte de Chicago.