Hyeronimus Bosch (1450-1516), conocido en España como El Bosco, fue un pintor holandés adelantado a su época, cuyas obras son escenas fantásticas de una modernidad sin precedentes.
Los surrealistas lo consideraron uno de los primeros en manejar los temas oníricos en las artes.
Autor de una obra excepcional, El Bosco no fechó sus cuadros y pocos llevan su firma.
Fanático de personificar la debilidad humana, las costumbres, supersticiones y leyendas del lugar en el que creció fueron una gran fuente de inspiración para sus obras, que poseen un burlesco sentido del humor que raya en la crueldad.
Su pintura rural está cargada de un estricto catolicismo con matices paganos que llamaron la atención de Felipe II de España.

Folclore, brujería, alquimia, astrología y seres fantásticos forman parte de los elementos que decoran sus pinturas.