Lucio Fontana (1899-1968) fue un pintor, ceramista y escultor ítalo-argentino que en 1946 fundó el Espacialismo, un movimiento artístico que combinaba ideas del Dadá, el tachismo y el arte concreto.
El arte de Fontana consistía en rajar y deteriorar lienzos en busca de una nueva definición espacial.
En los años 20 trabajó como escultor junto a su padre en su natal Argentina.
Para 1928 regresó a Italia y en 1930 presentó su primera exposición, organizada por la galería Il Milione, en Milán.
En la siguiente década trabajó con pintores de arte abstracto y con expresionistas.
Años después retornó a Buenos Aires y en 1946 fundo, junto con algunos de sus alumnos la academia Altamira y dio a conocer el Manifiesto Blanco, en el cual sostiene que ”la materia, el color y el sonido en movimiento son los fenómenos cuyo desarrollo simultáneo integra el nuevo arte”.
Un año más tarde, en Milán, apoyó junto a otros escritores y filósofos el primer manifiesto del espacialismo, retomando al mismo tiempo sus trabajos de cerámica.
A partir de 1958 inició la serie de los tajos que consistía en agujeros sobre la tela de sus pinturas, los cuales dibujan el signo de lo que él mismo denomina “un arte para la era espacial”.
Sus obras se encuentra en las colecciones permanentes de más de cien museos de todo el mundo.