Con sus imponentes creaciones, especialmente las gigantescas manos a las que da vida, el artista italiano Lorenzo Quinn suele tener un fuerte impacto en el espectador, por lo que es difícil olvidarse de su trabajo.
El también hijo del famoso actor mexicano-estadounidense Anthony Quinn, se ha hecho de una sólida reputación en el mundo del arte gracias a sus fantásticas esculturas, las cuales están inspiradas en la anatomía humana.
Lorenzo es un gran admirador de las obras de Auguste Rodin y Miguel Ángel, por lo que su trabajo siempre se inspira en referentes clásicos.
Las esculturas a las que da vida siempre cuentan con formas armónicas y equilibradas, además de una gravedad excepcional y mensajes profundamente espirituales.
Quinn, quien actualmente tiene 55 años, busca que sus esculturas a gran escala pongan a reflexionar al espectador sobre su papel como individuo en la sociedad y cómo esto impacta en los demás.
Las manos, de acuerdo con declaraciones que ha hecho el propio artista, reflejan la esencia de un mundo tan constructivo como autodestructor, una dualidad que también existe en los seres humanos.
Sus magníficas obras pueden ser apreciadas en las calles de ciudades como Shanghai, San Petersburgo, Nueva York, Singapur, Mónaco, Barcelona, Venecia, India, Roma y Londres.