Las esculturas que crea el artista mexicano David Guzmán cuentan con consonancia, disonancia, contrapunto, ritmo y armonía, y precisamente por eso uno, como espectador, queda hipnotizado por las mismas.
Para Guzmán, de 52 años, crear es una necesidad y precisamente por eso se dedica a esculpir, porque cree fervientemente que en la realidad tridimensional que nos rodea se encuentran todas las respuestas a nuestras preguntas.
Tras haber profundizado en la bidimensionalidad, el artista, quien forma parte de los talentos de la Galería Baga 06 de la Ciudad de México, se dio cuenta que no se sentía completo, pues tenía necesidad de sentir, tocar, oler y eso solamente se lo da la escultura.
Debido a esto, te invitamos a conocer un poco más sobre David Guzmán a través de un breve perfil que hemos denominado Bio Fahrenheit.
¿Cuál fue la primera obra que te marcó para iniciar tu camino en el mundo del arte?
Puedo mencionar una exposición retrospectiva del escultor Pedro Cervantes en el MUCA en donde tuve contacto con una serie de obras que me hicieron desear transitar por el terreno de las tres dimensiones. Contribuyeron a que concibiera que todo lo que se desea es posible, abonando la respectiva dosis de amor.
¿Lugar de inspiración o reflexión?
Todos los lugares son propicios, pero particularmente estando en la naturaleza.
¿Cuál es tu punto de encuentro favorito con tus amigos?
La cocina
¿Cuál fue tu primera obra?
En el terreno de la escultura una talla en cantera que después devino en el elemento central de una mesa.
Tres creadores que admiras.
Pedro Cervantes (mi maestro espiritual), Eduardo Chillida y Jan Arp.
¿Qué significa para ti crear?
Darle rienda suelta a la imaginación, transitar por el terreno de la libertad plena y vivir en un proceso de asombro permanente.
¿Qué es lo más importante en tu día a día?
Aprender algo, no perder el tiempo, gozar y reinventar la realidad.
En tres palabras, ¿cómo te describen tus cercanos?
Intenso, amoroso y obsesivo.