Las instalaciones de Janet Echelman quedan grabadas en la memoria debido a que aparentemente desafían la gravedad y la lógica.
Como muchos otros famosos artistas, Echelman comenzó a elaborar sus obras de forma lenta. Tras haber sido rechazada por las siete escuelas de arte a las que aplicó, viajó a la India para enseñar pintura y montar un par de exposiciones para la embajada de los Estados Unidos.
Por un inesperado giro del destino, sus pinturas no llegaron con ella a su destino. Sin sus materiales, Echelman se vio obligada a encontrar inspiración en los lugares más improbables: los pescadores y las redes que esparcían por la playa.
De acuerdo con la propia artista, en el inicio de su trayectoria buscó la belleza en las cosas tradicionales, en las formas artesanales.
Possible Futures of a Line, Traveling through Space and Time. Janet Echelman. Foto: Janet Echelman Website

Su primera gran obra, creada a partir de redes de pesca, la hizo descubrir superficies suaves que revelaban cada ola de viento en patrones que cambiaban constantemente, lo que la hacía hipnotizante.
Para lograr que la instalación obtuviera forma volumétrica, Janet Echelman necesitó de ayuda (mucho más de lo que uno se imaginaría).
Su obra de arte requirió de comprensión de ingeniería, por lo que comenzó a colaborar con ingenieros aeroespaciales, ingenieros mecánicos, arquitectos, diseñadores de iluminación y paisajistas.
Además esta artista decidió emplear Autodesk, un software especializado en diseño con el que Echelman pudo construir un modelo 3D de su trabajo propuesto, lo que le permitió comprender sus limitaciones científicas, como la respuesta de varios materiales a la gravedad y el viento.

Earthtime. Janet Echelman. Foto: Janet Echelman Website
Poder trabajar con tantas personas talentosas definitivamente amplió el lenguaje con el que pudo hablar como artista debido a que siempre está aprendiendo de sus colegas ya que juntos crean algo mucho más grande e impactante de lo que ella sola podría crear.
El poder de la obra artística de Janet Echelman radica en la función que tiene en la vida diaria. Con exhibiciones instaladas en muchas ciudades, sus impresionantes instalaciones de arte se infiltran y contrarrestan lo mundano de la urbanidad.
El flujo suave y el movimiento constante de los materiales con los que suele trabajar (la redes de pescar) yuxtaponen, de forma inesperada, los bordes duros de los edificios, ofreciendo así pruebas de que se puede cuestionar el statu quo.
Janet Echelman no solo cree que las personas tienen la capacidad de embellecer al mundo, sino que todos los días trabaja para hacerlo como solo ella sabe.